Fermin Munarriz
Periodista
IKUSMIRA

«Utrimque roditur»

Por todas partes me roen», reza la leyenda del escudo de armas del príncipe de Biana, hombre culto que nunca llegó a reinar en tierra vasca por las querellas dinásticas. Junto a la divisa, dos perros pugnan por un hueso, en alusión a la voracidad que franceses y castellanos mostraban por el pequeño reino pirenaico.

Cinco siglos y medio han pasado desde aquella fatalista constatación; los poderes ya no se dirimen por linaje y hay quien pretende que es por voluntad popular. Sin embargo, las circunstancias nos arrojan de nuevo a la ironía: al norte y al sur, a ambos extremos del hueso. Esta semana conocíamos que el gobierno español indaga nuevas estratagemas para impedir que Arnaldo Otegi pueda presentarse a las elecciones. Los aparatos de un estado poderoso, al servicio de una causa partidista para ganar ventaja política sobre un rival y un pueblo; una maquinaria de guerra para neutralizar a quien resulta el adversario más temido para España: Otegi y el frente político que encabeza. ¿Madrid decidirá a quién podemos y debemos votar los vascos? No es, por tanto, cuestión de partido, sino de nación y de democracia. El envite es para todos.

Y por si fuera poco, llega la confirmación de que los tribunales galos impedirán a LAB presentarse a las elecciones sindicales atendiendo una demanda de la CGT –como lo han hecho con corsos y bretones–, que alega que el sindicato vasco es «político» y discrimina por idioma, para asegurarse así la representación mayoritaria en Francia. ¿También pretenden decirnos a qué delegados sindicales debemos elegir los trabajadores vascos?

Utrimque roditur.