Al cierre de esta edición, la mitad de la primera jornada de baloncesto estaba aún en el aire. Por un lado, la selección femenina de Australia estaba a punto de acabar su partido ante Brasil, y, por el otro, estaban cerca de empezar el Bielorrusia-Japón femenino y los China-Estados Unidos y Venezuela-Serbia en categoría masculina.

Si quedó algo claro en este estreno es que Australia huele a metal y Francia, no. La selección masculina aussie se deshizo de la gala por un 87-66 incontestable. Liderada por un juego coral y solidario, la escuadra oceánica repartía hasta 29 asistencias, siendo Mills –21 puntos– y Andrew Bogut –18– sus principales anotadores. Mientras, entre los bleu, apenas se pudo salvar Tony Parker con sus 18 puntos.

En categoría femenina, la selección gala se estrenó con triunfo, pero no sin sudar. Su defensa secó a Turquía, que se quedó en 39 puntos, por los 55 de las entrenadas por Valérie Garnier. Las pívots francesas Miyem y Michel anotaron 14 puntos cada una.

Con mayor alegría, las canadienses pasaron sobre China por 68-90, con 20 puntos y 6 rebotes de Tamara Tatham.