Una fórmula musical que nunca aburre
El cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes estaba pasando algo inadvertido en Donostia hasta que, el pasado fin de semana, coincidieron en la ciudad dos homenajes al autor del “Quijote”: el teatro Tratos, en Tabakalera, y este repaso musical y literario a la vida de Cervantes que propuso Kursaal Eszena. Tuvo un gran poder de convocatoria, que vino, seguramente, más de los artistas que del contenido: Jordi Savall y los conjuntos que fundó hace ya cuarenta años, el coro La Capella Reial de Catalunya y la orquesta Hespèrion XXI, han visitado Donostia en múltiples ocasiones y casi siempre han llenado.
Savall y su grupo de músicos –con los que lleva décadas trabajando– poseen una sonoridad marca de la casa que aplican a todo lo que tocan y que los hace inmediatamente reconocibles. Por eso, dio un poco igual que fueran piezas de la época del “Quijote” que otro repertorio coetáneo: lo que obtuvimos fue puro sonido Savall, siempre dulce, a veces lánguido, otras elegantemente punteado por las imaginativas percusiones de Pedro Estevan. Es una fórmula que nunca aburre –¿o sí?– y el domingo la estiraron hasta las dos horas y media, alternada con pasajes que ilustraban las peripecias vitales de Cervantes, bellamente recitados.