Antes de que sea demasiado tarde
Ha comenzado a trabajar en el Congreso la comisión de seguimiento del Pacto de Toledo. Se avecinan nuevos cambios que no auguran nada bueno. Al parecer la Seguridad Social arrastra importantes problemas y es urgente reformarla antes de que sea demasiado tarde. La misma cantinela de siempre: la esperanza de vida crece, la tasa de natalidad cae...
Sin embargo, se les ha colado sin querer un pequeño detalle: la contratación de trabajadores está aumentando con la «recuperación económica» pero la Seguridad Social no mejora sus cuentas. Y ahí está precisamente una de las claves de la cuestión, a saber, cuanto más bajos son los salarios, menores son las cotizaciones y así, claro, no hay forma de cuadrar los números.
El problema no es tanto la cantidad de trabajadores o la esperanza de vida sino cómo se distribuye la riqueza. Y el primer reparto se da entre trabajo y capital: entre salarios y beneficios. En esa cuenta las y los trabajadores vascos y navarros hemos perdido durante la crisis aproximadamente 2,5 puntos porcentuales del PIB, es decir, alrededor de 2.100 millones de euros a favor del capital; cantidad que también han perdido en parte los jubilados.
En cualquier caso, conviene no olvidar que en último caso la viabilidad de las pensiones depende de la solvencia del estado que las respalda. Y de eso el Estado español no puede presumir precisamente.
Eso sí, ellos pueden seguir discutiendo sobre el futuro de nuestras pensiones. Pues tendremos que garantizar la solvencia de las nuestras antes de que sea demasiado tarde.