Raimundo Fitero
DE REOJO

Fatuo

Las ilusiones de los niños, la retórica de despertar abriendo paquetes y la necesidad de decidir si empezamos ya la dieta o esperamos al lunes no nos debe impedir comprender que en TVE se hacen chistes de chinas en la cabalgata donde el reportero dice refiriéndose a tres jóvenes asiáticas: “Hasta se les ha abierto más los ojos de la alegría”. Es la carcundia metida en el centro del poder mediático. Es una interminable colonización ideológica de tono retrógrado que sale por cualquier poro o esquina del repertorio faltón y tosco.

Hasta este momento la politización de las cabalgatas no muestra signos extremos. Se mantiene en tono moderado, como si estuviéramos en otra fase de la crispación. Ahora hay consignas contradictorias. La gestora de Susana y sus pitufos han decidido colapsar los presupuestos municipales donde puede. Van de la mano con el PP  o con el PNV, es decir con la derechona local y universal. No sabemos qué pensarán de las declaraciones de Idoia Mendia que con timidez y cara de estar pagando una pequeña cuota a sus socios dice ahora que «sería bueno acercar a los presos a zonas más próximas». Supongo que le valdrá de Puerto a Jaén, por ejemplo.

Sigue siendo Federico Trillo el que encarna toda la chulería de una derecha judicial, política y económica sin una mueca de ética o dignidad. Ni asomo de empatía con los demás. Solamente con su Dios, el del Opus, por cierto, y sus “güevos”. Este señor, o su “negro” escribió un libro titulado “El Poder político en los dramas de Shakespeare”. Se aprendió de memoria todos los rasgos de crueldad y totalitarismo de los reyes malvados y los ha incorporado a su quehacer político. De carrera militar, traicionó a sus soldados. Ahora irá a su destino funcionarial en el Consejo de Estado para que entendamos las paradojas del Poder. Y del cinismo fatuo.