Preocupa la salud de los presos vascos, especialmente por el incremento de la edad media del colectivo –más del 5% supera los 60– y los años que llevan muchos de ellos en prisión –más del 10% soporta más de dos décadas en la cárcel–. Jaiki Hadi lo destacó ayer en Bilbo en una comparecencia en la que realizó balance de 2016, constatando un incremento importante de los prisioneros con enfermedades graves e incurables pese a que el número de sus miembros se ha reducido a menos de 350.

El coordinador de la asociación, Fernando Arburua, alertó de que la situación de las presas y presos «ha ido a peor», incidiendo en que, «una vez más», prevalecen los criterios penitenciarios o estrictamente políticos sobre los médicos para mantener encarcelados a personas que debieran estar en libertad o en prisión atenuada. Doce son los presos que, a pesar de su precario estado de salud, que se agrava día a día, siguen en la cárcel, dos más que hace un año.

A los casos de Txus Martín, Josetxo Arizkuren, José Ramón López de Abetxuko, Gari Arruarte, Iñaki Etxeberria, Aitzol Gogorza, Ibon Iparragirre, Ibon Fernández Iradi, Jagoba Codo y Gorka Fraile hay que sumar los de Joseba Borde y Manu Azkarate. Desde Jaiki Hadi advirtieron que no son los únicos, ya que hay otros diez presos que han declinado dar a conocer su identidad pero que están afectados por cánceres, enfermedades degenerativas o trastornos sicóticos.

Con 22 presos gravemente enfermos contabilizados en 2016, esta asociación de profesionales de la salud llega a la conclusión de que ni Instituciones Penitenciarias ni los médicos que prestan sus servicios en las cárceles han tomado en consideración las recomendaciones que les vienen planteando para mejorar la situación. Jaiki Hadi apunta a que no son los únicos que han dado la voz de alarma, pues tanto la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP) como la Organización Médica Colegial de España (OMC) coinciden en que las personas privadas de libertad «tienen una salud extraordinariamente más quebrantada que las personas en libertad».

Una de las razones que se esgrimen es la dependencia de los facultativos del Ministerio del Interior, «lo que en ocasiones hace difícil que prevalezca el criterio médico, orientado a la salud del paciente, sobre el de la autoridad penitenciaria». «Dentro del régimen penitenciario, se utiliza mucho la expresión de que ‘prima la seguridad ante todo’ y vemos verdaderas aberraciones», señaló Arburua.

Jaiki Hadi califica de «preocupante» el diagnóstico que han extraído del año que acaba de finalizar, a pesar de las dificultades crecientes que deben abordar para asistir a los prisioneros. Subrayó su coordinador que «nos preocupa sobremanera el aumento de la edad media y permanencia en prisión de este colectivo de presos, factores ambos que inciden directamente sobre la salud de las personas».

Fernando Arburua destacó que hay veinte presos cuya edad supera los 60 años, de los cuales tres sobrepasan los 70 años, además de que muchos de ellos llevan más de 20 años privados de libertad. «En estas condiciones –explicó– es evidente que la salud resulta perjudicada; a mayor edad y más tiempo en reclusión, más riesgo para salud de las personas».

En este sentido, remarcó que las enfermedades que sufren estas personas presas –como son cánceres, enfermedades degenerativas, cuadros síquicos graves o afecciones cardíacas graves– resaultan muy difícilmente compatibles con la estancia en prisión.

Consecuencias del aislamiento

A Jaiki Hadi también le preocupa la aplicación del aislamiento indefinido, que Arburua calificó de «tortura blanca», por la repercusión en la salud de las personas que lo sufren. Alertó de que un número importante a quienes se le aplica son mujeres, como el caso de Arantza Zulueta, a quien se mantiene en este régimen especial desde hace tres años, tal y como se ha denunciado estos días al cumplirse el aniversario de su detención y encarcelamiento.

«El aislamiento prolongado suele ser fuente de todo tipo de afecciones físicas y síquicas, además de considerarse una forma de tortura por parte de asociaciones de derechos humanos internacionales y por el departamento del mismo nombre de la ONU», resaltó.

Con ese balance, los profesionales de la salud que se agrupan en la asociación piden de nuevo la puesta en libertad «inmediata» de los presos enfermos graves e incurables, «en atención a un derecho que les corresponde. De otra manera –advirtieron– se les condenaría a una pena de muerte encubierta». Asimismo, solicitan el fin de la aplicación de la política de aislamiento indefinido, «política inhumana, cruel e insoportable que no reporta más que sufrimiento a la persona».

Asimismo, Jaiki Hadi hizo un emplazamiento a personas y agentes relacionados con el ámbito de la salud para que se impliquen en lograr que las condiciones de asistencia a los presos mejoren. Arburua invitó a nuevos profesionales de la medicina a que se sumen a la tarea, al reconocer que tienen dificultades para poder hacer frente a todos los casos que se les presentan, al tiempo que realizan un seguimiento de los prisioneros enfermos. La asociación centra ahí su labor, aunque sin olvidar la denuncia pública y la socialización de esta realidad.

El recurso de Josetxo Arizkuren, primero en llegar a Estrasburgo

La abogada Amaia Izko confirmó ayer en la Cadena Ser que al Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha llegado ya el primer recurso de un preso vasco por la negativa estatal a acercarlo (a Zaballa, destino de referencia). Se trata del de Josetxo Arizkuren, ahora encerrado en Murcia y que además está gravemente enfermo.

En Estrasburgo no hay sentencias sobre la dispersión a presos vascos, pero sí tres relativas a situaciones similares en Ucrania o Rusia. En los tres casos Europa se posiciona contra el alejamiento de los presos.

Podemos, por el acercamiento y por el «arrepentimiento»

Podemos Euskadi y Podemos Nafarroa emitieron ayer un comunicado conjunto en el que reclamaron que el Gobierno español modifique su política penitenciaria acercando a los prisioneros y dando «un trato humanitario» a los enfermos, al tiempo que pidieron a los represaliados «arrepentimiento».

Consideran que la política «vengativa» que sigue en vigor se rige por principios políticos. Y dicen a los presos que «el arrepentimiento no supone renuncia a los objetivos políticos».

Gaixorik dauden presoen aldeko konpromiso bila, Bruselara bidaiatuko du gaur Etxeratek

Orain bi urte egindako bidaiaren ostean berriro Bruselara joango dira gaur Etxerateko hainbat kide eta gaixotasun larri eta sendaezinak dituzten presoen senideak, hauen egoera jakitera eman eta orduan izandako elkarrizketen ildotik Europako Parlamentuko ordezkariei konpromiso berriak eskatzeko asmoz.

Gaur goizean abiatuko dira Biarritzetik eta ostegunera bitarte Europako Parlamentuan izango dira Etxerateko ordezkariak bertako hainbat talde politikorekin elkartzeko asmoz, atzo Donostian egindako agerraldi batean iragarri zutenez. Orain dela bi urte ere Bruselan izan ziren presoen senideak eta joan den urteko otsailean europarlamentari talde bat etorri zen Euskal Herrira Etxeratek helarazitako informazioa bertako alderdi politiko, sindikatu eta eragileekin alderatzeko. Hain zuzen, bilera horietatik sortutako kezka nagusia gaixorik dauden presoen ingurukoa izan zen. Orain, urrats bat aurrera egin eta kezka horri erantzuna emateko konpromiso berriak eskuratu nahi dituzte Bruselan.

«Egunez egun, berez delikatua den haien osasunak okerrera nola egiten duen ikusten dugu. Haien osasunaren eskubidearen gainetik, espetxe politika berezi eta gogor baten bizi baldintzak daudela ikusten dugu. Hobera joateko edota gaixotasuna geldiarazteko aukerak tratamendu lortzeko eta mediku jarraipen egokiak lortzeko zailtasunengatik oztopatuak dira», ohartarazi zuten Urtzi Errazkinek eta Patricia Velezek.

Ildo horretan, egungo legediak beraienak bezalako gaixotasun kasuetan askatasuna aintzat hartzen duela nabarmendu zuten, euskal presoen kasuan sistematikoki ukatzen zaien eskubide bat dela salatuz.

Hala, datozen egunetan egingo dituzten bileretan gaixotasun larri eta sendaezinak dituzten 11 euskal presoren egoera mahai gainean jarri nahi dute senideek eta Etxerateko kideek. «Egoera larria da, ez soilik kaltetuentzat, baizik eta haien senide eta lagun guztientzat. Bitartean, gaixotasuna aurrera doa, eta kasu berriekin handitzen ari den zerrenda gobernu espainiarrak eta giza eskubideek duten balio eskasaren isla da», adierazi dute.

«Horrek Europako erakundera berriz jotzera eraman gaitu. Egoeraren eta ondorioen irismena azaldu nahi diegu europarlamentariei, eta konpromiso berriak eskuratu», gaineratu dute.Iraia OIARZABAL