Chaparrón de solidaridad con los presos y de compromiso por la paz
Bilbo fue ayer una interpelación colectiva, un «Yo denuncio» masivo contra la política de excepción que se aplica a los presos y presas vascas, y también un ejercicio de compromiso con los derechos humanos, la resolución y la paz. Llovió sobre la capital vizcaina, por momentos lo hizo a cántaros, pero el gran chaparrón fue humano y solidario.
Andoni Aizpuru y Nerea Alias resumieron desde la balconada del Ayuntamiento la razón que llevó a decenas de miles de personas a caminar por las calles de Bilbo en la jornada más inclemente, con diferencia, de los últimos meses: «La sociedad vasca exige el respeto de los derechos de los presos y presas vascas; exige que se den pasos hacia la resolución del conflicto, y que de una vez por todas logremos una paz justa y definitiva, donde la política basada en la lógica de vencedores y vencidos deje paso a otra política basada en la convivencia y el respeto». Y con una marea humana aún acercándose a ellos, los dos periodistas expusieron la esperanza de todas aquellas personas: «Nos gustaría que fuese la última, porque nuestro objetivo es que este año 2017 sea de verdad el de la resolución y la paz».
Su intervención, precedida de una actuación de Kepa Junkera y Sorginak, puso el colofón a una jornada que volvió a ser emotiva –espectacular el gentío cantando “Kalera Kalera” bajo el penúltimo aguacero de la tarde– y donde el calor humano ganó por goleada al frío, la lluvia, el viento y todo lo que el cielo tuvo a bien mandar a la capital vizcaina, que fue mucho.
La Casilla, punto de encuentro
«¿Frío? Con este tiempo peor se está en la carretera, por la estepa». La respuesta de un veterano familiar y voluntario tocado con el peto de Sare a su interlocutor, un joven periodista conocido suyo, dejaba a las claras el ánimo de quienes bastante antes de comenzar la marcha ya se estaban congregando en torno a La Casilla. Aquel era el punto de encuentro para los agentes sociales, sindicales y políticos que secundaron el llamamiento de Sare, para los periodistas y también para los manifestantes, aunque como viene ocurriendo en los últimos años, dado el volumen de la movilización muchos optaron por aguardar su paso en Autonomía, Zabalburu y Hurtado de Amezaga.
Con todo, para las 17.00 ya había bastante gente en el punto de arranque, entre quienes se hallaban representantes de EH Bildu como los parlamentarios Maddalen Iriarte, Jasone Agirre, Jone Goirizelaia, Pello Urizar, Iker Casanova y Julen Arzuaga; el senador Jon Iñarritu y muchos miembros de los partidos que conforman la coalición; el diputado de ERC Eduardo Reyes; los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide; y también la diputada y secretaria general de Podemos en la CAV, Nagua Alba.
Todos ellos fueron acercándose a la cabecera cuando llegó la hora de emprender la marcha, aunque la manifestación empezó algunos minutos más tarde de lo previsto, quizá porque un accidente había colapsado la entrada a Bilbo por Zabalburu.
Pero arrancó con brío y entre los aplausos de los presentes. En cabeza, personas conocidas y de muy diferentes trayectorias vitales. Bertsolaris, artistas, abogados, catedráticos, familiares, expresos y también víctimas, de ETA y de los GAL. Rosa Rodero y Edurne Brouard, que portaron la pancarta junto al portavoz de Sare Joseba Azkarraga, acapararon por un momento los flases.
Gente en casi todo el recorrido
Por delante marcharon las furgonetas de Mirentxin y las siempre sobrecogedoras hileras de familiares y allegados de los presos, que recibieron muestras de cariño durante todo el recorrido. Un momento especial fue cuando llegaron a Zabalburu, desde donde la visión de la movilización era impresionante.
Y como también viene siendo habitual, costó atravesar el embudo que se forma en esa plaza. Además, en ese momento comenzó a jarrear con ímpetu y los paraguas multiplicaron el efecto tapón. Tampoco fue fácil el trayecto por Hurtado de Amezaga, calle más estrecha que Autonomía. No obstante, poco a poco la cabecera fue recortando distancia hasta el Ayuntamiento, donde llegó a falta de casi un cuarto de hora para las 19.00. Para entonces ya había gente esperando y no fueron pocos los que intentaron atajar por algún recorrido alternativo. La lluvia apretaba.
Las escalinatas del edificio consistorial quedaron abarrotadas con la presencia de los familiares, y las orillas de la Ría se fueron llenando mientras Kepa Junkera y Sorginak daban paso a Andoni Aizpuru y Nerea Alias.
«Hablamos de derechos»
Los dos conocidos presentadores de ETB recordaron de qué trataba la cita de ayer. «Hablamos de derechos. Porque queremos poner fin a las vulneraciones que supone la aplicación del ‘derecho penal y penitenciario del enemigo’, que es el no-derecho. Y porque queremos dejar a las generaciones venideras una sociedad mejor que la que nosotros y nosotras recibimos de nuestros mayores», expusieron, denunciando a renglón seguido «a quienes vulneran los derechos de los familiares y especialmente la vulneración de los derechos de niños y niñas, a quienes impiden desarrollar una relación cercana con sus padres y madres».
«Denunciamos –añadieron– a esa parte de la Justicia que ha hecho saltar por los aires la necesaria división de poderes en ese Estado español que se dice democrático, y que se ha convertido en correa de transmisión política del Gobierno y de sus políticas injustas». E hicieron extensible ese “Yo denuncio” a «aquellos que mantienen encarcelados a los presos y presas gravemente enfermos» –explicaron que esta misma semana una persona se ha sumado a esa lista negra–; a «quienes mantienen en prisión a presos que desde hace tiempo cumplieron la condena impuesta por los tribunales pero se les impide la libertad porque no se les aplica la acumulación de condenas, a pesar de que la normativa europea obliga a España a hacerlo»; y a quienes «aplican la legalidad de excepción, pues la ley 7/2003 abre las puertas a la prisión de por vida para los presos vascos».
Resumieron, por tanto, que «denunciamos a quienes mantienen actitudes basadas no en la política, sino en algo tan visceral como la venganza. Una lógica perversa como la de los vencedores y vencidos que intenta imponer desde la justicia vindicativa lo que no pueden ganar en las urnas, ni en los corazones de Euskal Herria».
Frente a ello, pidieron estar alerta, pues auguran «más intentos de impedir avanzar hacia la resolución y la paz», e invitaron a «no cejar en el empeño» y a «seguir luchando por aquello que nos une: Derechos humanos, resolución y paz».
Errejón también cree que «ya no hay excusas»
Aunque algunos de sus dirigentes, como Nagua Alba, estuvieron presentes en la marcha de Bilbo, Podemos decidió no secundar la manifestación por considerar que no se daban las condiciones para ello. Sin embargo, ayer por la mañana, horas antes de que comenzara la movilización, el portavoz en el Congreso y número 2 del partido morado, Iñigo Errejón, mostró su apoyo a la misma con un tuit elocuente: «Todos los derechos para todas las personas. Ya no hay excusas. Bilboko kaleak betetzera. Nik #SalatzenDut», junto al símbolo elegido por Sare para esta cita, una mano con el dedo índice alzado.
También Juan Carlos Monedero hizo mención a este tema, citando la noticia de GARA sobre el alcance de la dispersión y preguntando «¿a quién beneficia esto?». «Para la paz, haga cada cual su parte», añadía.GARA
Arnaldo Otegi reclama desde Berlín la libertad de los presos
Durante su intervención en la 22º Conferencia Rosa de Luxemburgo en Berlín, Arnaldo Otegi recordó ayer que ha pasado ocho de sus últimos diez años en prisión y explicó que algunos de sus «camaradas y compañeros llevan hasta 27 años» en cárceles francesas y españolas. «Quiero poner aquí la bandera que reivindica la libertad de los presos políticos vascos y me quiero sumar a esa campaña», indicó tras depositar en el atril la banderola por la repatriación, explicando que una multitud se iba a manifestar por la tarde en Bilbo.
Por su parte, Joseba Egibar dijo en Radio Euskadi que hay que promover «iniciativas concretas», sobre todo en el Congreso, para lograr el acercamiento y el fin de «la excepcionalidad» en la política carcelaria, aunque defendió la no presencia del PNV en la manifestación de Sare.GARA