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MONTAÑA

Txikon, optimista pese a las pocas posibilidades

Alex Txikon, que pretende ser la primera persona en hacer cumbre en el Everest (8.848 m.) en invierno y sin oxígeno artificial, admitió ayer que las posibilidades de lograr la cima son «muy, muy reducidas», pero a pesar de ello se siente «optimista».

En declaraciones a Radio Euskadi desde el campo base del Everest, donde descansa tras pasar los últimos seis días equipando la montaña hasta los 7.800 metros, explicó que llevaban «una semana fuera trabajando duro, con mucha tensión y ahora toca descansar. Estamos en un punto optimista, somos un grupo reducido, con carencias pero las suplimos con pasión».

Tras el abandono del joven montañero madrileño Carlos Rubio –que llegó ayer a Bilbo tras sentirse indispuesto el pasado viernes y necesitar suero y antibióticos–, Txikon ha encontrado en el grupo de ocho sherpas que le acompañan a dos, Norbu y Nori, que le han dicho que también quieren intentar hacer la cumbre, lo que no tenían previsto en un principio. Esta ayuda beneficia el objetivo del alpinista vizcaíno dada la experiencia de Norbu, que lo ha logrado siete veces en verano y Nori, otras tres.

«Está siendo muy duro»

Pese a este apoyo, Txikon admitió que las opciones de éxito son escasas. «Hemos subido ya hasta los 7.800 metros y lo hemos equipado bien, pero está siendo muy duro. En mi caso llevo 15 días de trabajo, me estoy quedando como el espíritu de la golosina», afirmó.

No concretó cuándo atacarán la cumbre, pero reconoció que haber equipado rápido hasta los 7.800 metros les da semanas de margen.