Francia sufre, remonta, cumple el pronóstico y suma su sexta estrella
Con la sobresaliente actuación de Gérard, los de Didier Dinart dejaron patente su mayor poderío físico tras el descanso para superar a una Noruega que no solo les mantuvo a raya en la primera mitad, sino que durante ese periodo fue mejor en el apartado ofensivo.
FRANCIA 33
NORUEGA 26
Francia cumplió con las apuestas que le daban como máxima favorita, imponiéndose a una Noruega que vendió cara su piel y que tuvo a los anfitriones contra las cuerdas en la primera mitad. Los de Didier Dinart suman así su sexta estrella y abren brecha en el histórico de este torneo, superando en dos mundiales a Suecia y Rumanía, que acumulan cuatro entorchados.
La extraordinaria actuación bajo palos de Vincent Gé- rard –eclipsó al otrora decisivo Omeyer–, la dirección ofensiva de Nikola Karabatic, bien secundado en este apartado por Porte y Guigou, y, sobre todo, el poderío físico galo, resultaron decisivos a la hora de desequilibrar un envite que caminó muy igualado hasta el descanso.
No fue casualidad que la entrada en juego del cancerbero del Montpellier al final del primer periodo coincidiese con los síntomas de remontada de los locales. Ese momento resultó clave para el futuro devenir del choque, cuando sendas paradas suyas frenaron la hasta entonces avalancha escandinava en ataque, que ya no tuvo continuidad en la reanudación. Es más, la misma velocidad que en la primera media hora fue el mejor valor de los de Chrtistian Berge se convirtió en su peor enemigo –pasó a ser precipitación– ante una Francia que ya iba lanzada hacia el título. Un parcial de 5-1 favorable a los locales en el inicio de la segunda parte fue la espoleta que hizo estallar el electrónico, premio a su mejor hacer en defensa y su clarividencia en las contras.
Combativa Noruega
En todo caso, que nadie se lleve a engaño por la amplitud del marcador final, porque no reflejó las dificultades por las que pasó el cuadro francés para superar a la sorpresa del torneo, quien entró mucho mejor a la final. La primera línea noruega –Tonnesen, Tangen y Hansen– saltó sin ningún complejo a la pista del París Arena, lanzando y transformándolo todo ante el asombro de la grada.
Hasta tres goles de diferencia llegó a tener de renta (13-16) en el minuto 25 un equipo que tiene un porvenir envidiable y que va a ilusionar a un país que hasta ahora solo había podido disfrutar de este deporte en su versión femenina. Lo que le faltó para culminar la sorpresa fue disponer de fondo de armario y que su estrella, Sagosen, estuviese más entonada.