OLAIZOLA-UNTORIA 22

ALTUNA-BARRIOLA 12

Altuna III-Barriola tenían ayer en el Ogeta una gran oportunidad para dejar a Olaizola II-Untoria, una pareja que llegaba algo tocada tras sus últimos resultados, con un pie fuera del campeonato, pero la desaprovecharon y tanto ellos como sus compañeros de empresa son conscientes de que pueden terminar pagándolo. Un triunfo de los de Aspe hubiera dejado un panorama bastante despejado para toda la promotora de Eibar y, ahora mismo, ellos mismos son los más conscientes de que no haber dejado fuera de juego al de Goizueta es la peor idea que podían haber tenido.

Y los mayores damnificados son los propios Altuna III-Barriola, que heredan, aumentadas, las dudas que crearon en la dupla de Asegarce tras vencerles en el Labrit. Si entonces era Untoria el que se sentía impotente, el exigentísimo Ogeta se cebó ayer con un Abel Barriola que ya venía de haber sido señalado como el eslabón más débil en Mungia y en el que se fijarán los rivales –el sábado Albisu en Idiazabal– cuando busquen fisuras en la pareja de enfrente. Además, el -36 de coeficiente, el peor de las 8 parejas implicadas, tampoco les acompaña para mirar al futuro con optimismo.

Cambio de guión

Muchas veces no pasan de ser meros trámites, pero la elección de material del miércoles en el Ogeta marcó mucho lo sucedido en el día del partido. Entonces llamó la atención que Aimar Olaizola insistiera tantas veces en remarcar que estaban siendo dominados en todo el campeonato y quizá no tanto, pero también, que eligieran el material más vivo, cuando habitualmente siempre se ha decantado por escoger el más tosco.

Estos dos detalles iban entrelazados y ayer se demostró. No de inicio, ya que mientras Barriola aguantó atrás los de Aspe tuvieron hasta sus ventajas, la mayor (3-7) tras una racha de cuatro tantos que arrancó con una jugada polémica, con un resto de Barriola que Olaizola II vio fuera y los jueces dieron por buena entre muchas protestas.

Pero sí en cuanto el partido fue avanzando, con el saque como primer cimiento colorado. Aimar sacó largo, bombeado, con lo que conseguía que Barriola comenzara el tanto dos cuadros más atrás que un Untoria que fue ganando en confianza y juego al abrigo de su delantero, hasta terminar dominando por completo a Abel.

Siempre, pero especialmente ayer, estaba claro que el zaguero que entregara pelota estaba muerto, y fue el de Leitza el primero en ceder. Entrando del dos, a Olaizola le tocó exhibirse, mientras que fue Altuna el obligado a exponerse, para terminar ofuscado con la chapa.