Patxi Zamora
Periodista, en nombre de Kontuz!
KOLABORAZIOA

¡Qué bien invirtieron sus ahorros Barcina y la CEN!

Hace unos días, conocimos por la prensa que quienes invirtieron en las operaciones de sale and lease back del edificio central de la CAN, más conocidas por el nombre de una de sus empresas: Navarra Buiding o Lease Building Navarra, han recuperado el 100% de la inversión y han cobrado durante 7 años un 6% bruto de interés. Negocio redondo impulsado desde los estertores de la CAN y del que se han beneficiado muchos nombres y apellidos conocidos en nuestra tierra, bien por su trayectoria profesional, por su saneada cuenta corriente o, por su responsabilidad en el propio Consejo de la entidad, como Y. Barcina, quien además fuera la presidenta de su Comisión de Control, o el representante de la AIN (Asociación de la Industria Navarra) en dicho Consejo, J.M Zarranz (más de 260 mil euros en dietas cobró de la entidad).

Pocos días después de conocer esta noticia, un directivo de SaNostra (que participó en los Viálogos de E. Goñi) era condenado a devolver una millonaria inversión perdida y cuatro exdirectivos de Novacaixagalicia, rescatada con 9 mil millones del erario público, ingresaron en prisión por inflar sus prejubilaciones. ¿Se responsabilizará a alguien por lo ocurrido en la CAN?

Los gestores de la Caja prepararon un producto de ingeniería financiera, perfectamente diseñado, para que gentes con notable capacidad económica evitaran pagar impuestos, se embolsaran intereses y, al final, y a pesar de que el edificio ha perdido buena parte de su valor, recuperaran la inversión intacta. La CAN conseguía, a un paso de la quiebra, cash de manera urgente, eso sí, vendiendo su principal patrimonio.

La polémica estaba servida porque suponía un agravio para los clientes de a pie de la entidad y para el conjunto de la ciudadanía al privatizar un patrimonio que se consideraba común.

Con unos estatutos que dejan claro su objetivo de obra social al servicio de la comunidad, los mismos que llevaron a la desaparición a la CAN crearon este producto en plena crisis (2009, 2010) mientras llevaban a cabo desahucios, y dos de los miembros de su Consejo, Y. Barcina y J. M. Zarranz fueron de los primeros en apuntarse a esta oportunidad. No hablamos de información privilegiada, de legal o no legal, sino, al menos, de una falta de ética espectacular.

El equipo de investigación de Kontuz tuvo acceso a toda la información sobre este caso gracias a fuentes en activo en la entidad. Según la «Nota interna NI2009/195» de la CAN, se trataba de «un producto de inversión interesante para el perfil alto de clientes». Dice la misma nota que la entidad lamentaba que la noticia se hubiera filtrado a la prensa antes de darla a conocer a sus trabajadores. Así que, más que de oferta pública a todos los clientes, estaríamos hablando de «filtraciones ajenas al control de la CAN». El marketing que prepararon los gestores de la extinta Caja habla maravillas del producto para los clientes «de perfil alto» por su rentabilidad ¿Tenía la madre de Barcina (viuda) un perfil económico «alto»?

Los documentos sobre el producto, «preparados en interés de un determinado colectivo de clientes de la CAN y para uso exclusivo de los mismos», tachados de «confidenciales» por la entidad, explican las condiciones: «un 6% de interés fijo» de la inversión con pago trimestral y beneficios fiscales para todos, personas físicas y jurídicas.

Si alguien tenía alguna duda sobre el perfil de los inversores, aquí damos una pequeña muestra de las personas que apostaron por este producto financiero y que no tienen nada que ver con el de Yolanda Barcina o su madre. Kontuz tiene en su poder el nombre de todos esos inversores, la mayoría de Navarra, y entre los que hay muchos conocidos que, insistimos, demuestran a qué tipo de clientes la CAN les preparaba el terreno para pagar menos impuestos y obtener unos generosos intereses:

Cuatro futbolistas navarros, congregaciones católicas como la de las Agustinas (a las que la CAN compró su convento para ampliar el espacio de Viálogos), San Vicente Paul, el Verbo Divino o la Casa de la Misericordia, empresarios muy conocidos de la Hostelería, sector Vinícola, Peletero, el de las Grandes Superficies, Gráficas, Transportes, la Construcción o del Juego, en gran parte muy cercanos a UPN. También invirtieron personajes próximos al director de la entidad, como Ricardo Bermejo, el íntimo amigo de Enrique Goñi y uno de los que se hizo millonario gracias a sus trabajos, en exclusiva, para la CAN como publicista y diseñador, y un conocido exinspector de la Hacienda navarra, entre otros profesionales muy bien relacionados con el viejo Régimen.

Para acabar con los ejemplos, dos muy gráficos, el consejero de la CAN, José María Zarranz, y la CEN (Confederación de Empresarios de Navarra), la misma que recibe ayudas públicas, al parecer para llevar a cabo estas inversiones, la CEN que preside José Antonio Sarría, otro de «dietistas» de la CAN.

Relacionados con el mundo de la política, destacaríamos a un exconsejero del gobierno de Juan Cruz Alli con UPN, junto con otros conocidos militantes y cargos de esta formación. Y el PSN no podía faltar en este negocio y forman parte de los inversores un conocido dirigente del PSN de Pamplona y un exasesor del gobierno de Urralburu.

Desde Kontuz seguimos trabajando, en este y otros casos, para conseguir el tan ansiado «luz y taquígrafos» que nuestra ciudadanía merece.