La visita del Granada a Ipurua puede convertirse mañana en un punto de inflexión para el Eibar. Para bien, se entiende, porque es precisamente si los azulgranas prolongan su buena racha, tras haberse impuesto a Deportivo y Valencia, que pueden empezar a plantearse un discurso más ambicioso para los últimos meses de competición.

Y es que si el Eibar gana, distanciará a los andaluces en 22 puntos. Y el colchón sobre el descenso se mantendrá en al menos 19 puntos. Las matemáticas no permitirán aún levantar los brazos. Pero la lógica sí. Aunque asegura que «no pensamos en esas cosas», pese a que «los equipos que están con nosotros en la clasificación están pensando arriba», José Luis Mendilibar reconoce que «si ganamos al Granada, quizá empezamos a pensar en otras cosas».

Es cierto que los precedentes no acompañan al optimismo, bien por la desastrosa segunda vuelta de la 14/15, bien por el desplome del equipo el curso pasado, una vez conseguida la permanencia. Pero las sensaciones sí lo hacen y el técnico azulgrana se confiesa «un entrenador que vive más de sensaciones que de datos objetivos, me gusta ver a la gente bien y me olvido un poco más de lo que corremos o de si llegamos cuarenta veces o no». «La sensación que veo en el equipo es buena –añadió– y espero que sigamos así y que no bajemos los brazos cuando hayamos conseguido el objetivo principal, que podamos seguir peleando, por lo menos hasta que nos dé el cuerpo. Igual en dos meses estamos más cansados pero ahora la idea es seguir por el mismo camino».

El rival

El Granada realizará hoy una última sesión antes de viajar a Eibar. Lucas Alcaraz no podrá contar con los lesionados Saunier, Khrin y Boga.