Arnaitz GORRITI
COPA GASTEIZ 2017

Una final anticipada sin final feliz tras haber acariciado la victoria

Larkin, Beaubois y Hanga lideraron la anotación, llegando a ir 87-79 a tres minutos. Los merengues forzaron la prórroga para ganar.

SASKI BASKONIA 99

REAL MADRID 103

 

Dicen los entendidos que el de ayer era la final anticipada y que el ganador de Copa ha salido del vencedor de este partido, que no es otro que el Real Madrid, tras superar en la prórroga –empate a 89– a un Saski Baskonia que dejó escapar un 87-79 a favor. Sergi Llull forzó el tiempo extra, amén de que Ayón dinamitase el desempate, pero sin Doncic ni Randolph, el Real Madrid no hubiera podido ante el partidazo baskonista, con grandes actuaciones de Larkin, Hanga y Beaubois, y minutos defensivos de Diop y Kim Tillie.

«Estoy muy orgulloso de mi equipo y de la afición», resumía Sito Alonso. «La desolación hay que tenerla, pero no tristeza, porque eso solo lo siento cuando veo que el equipo no compite. Parecía que tuviéramos miedo, pero no puedo enjuiciar los nervios», analizaba el técnico de Monzón.

Fue un partidazo de mil alternativas. Para empezar, Sito Alonso puso a Hanga sobre Llull, mientras que Larkin marcaba a Carroll. Fue una partida de ajedrez, donde hasta los cambios se solapaban. Después de una serie de fallos y aciertos alternos, fue el cuadro gasteiztarra quien tomó la iniciativa, gracias al acierto y a la actitud agresiva sin balón de Beaubois, y la entrada muy enchufada de Bargnani, que anotaba dos triples. De hecho, Saski Baskonia abusaba del tiro exterior, pero ese abuso le daba beneficios, mientras que el Real Madrid se tenía que conformar con tiros libres y segundos esfuerzos.

La entrada de Luka Doncic y Randolph le cambió la cara al Real Madrid, que tomó la iniciativa en el marcador, a pesar de que los de Sito Alonso se habían agarrado bien a la semifinal, con Larkin haciendo daño y Diop mostrando sus virtudes atrás. Sito Alonso debió parar el partido después de que un triple de Randolph estableciera el 29-35.

Peor fue el tramo final del segundo cuarto, en el que encajó un parcial de 0-6 –en los primeros instantes sin Larkin, y con un doncic desatado, al anotar 13 tantos en el segundo período– para escaparse 33-44, arreglándolo mínimamente, 35-44, el Baskonia mediante una canasta de Chase Budinger.

Cuando peor, mejor

«Es difícil hablar, pero cuando el equipo parecía vencido, ha dado un paso adelante y ha creído, y ha atacado a la defensa del Real Madrid», describía Sito Alonso la reacción gasteiztarra.

Una antideportiva –esta vez rigurosa– de Diop sobre Llull encendió las alarmas en el Baskonia, ya que el Real Madrid se escapaba 37-50. El propio Diop, Larkin y Hanga forzaron la reacción gasteiztarra, un 7-0 que Beaubois y, de nuevo Hanga, estiraron hasta el 11-0. Pero Diop cometía su cuarta falta y Sito Alonso tuvo que sentarlo.

El partido volvía a estar en detalles, como un tapón de Randolph sobre un alley oop de Budinger o un «dos más uno» de Hanga tras una jugada a trompicones. El Real Madrid no se achantaba y Zurbano, con mayoría de afición del Baskonia, empujaba todo lo que podía. Un rebote en ataque que convertía Budinger establecía el 64-68 al arranque del último cuarto. Y en el inicio del tan decisivo período, Beaubois anotaba un triple para establecer el 67-68.

El Real Madrid ya no se escapaba, pero precisaba de Doncic y Randolph para mantenerse con ventaja, mientras que Kim Tillie entraba de lleno en el partido con un matazo, un tiro de media distancia y un robo que propició un mate de Voigtmann a la contra, adelantando a los de Sito Alonso por 73-72. Beaubois, con otro triple, provocaba el tiempo muerto de Pablo Laso, ya que esta vez eran los gasteiztarras quienes ponían tierra de por medio: 76-72.

Chaparrón de triples, y Llull

Había que poner toda la calidad sobre el parqué, y Larkin anotaba de tres el 81-74, con respuesta inmediata con la misma moneda por parte de Luka Doncic, y «contrarréplica» de Beaubois: 84-77.

La calidad iba en aumento conforme se elevaba la exigencia. Hanga ponía el 87-79 después de culminar con un triple sobre la bocina de posesión, al tiempo que Randolph contribuía al chaparrón triplista para establecer el 87-82 a menos de tres minutos. Un minuto después, era Sito Alonso quien solicitaba el respiro, porque a los errores de sus pupilos se le unía una canasta de un Sergi Llull clave en el final.

Llegaba la hora de la verdad, y Llull anotaba el 87-86 tras pérdida baskonista. Último minuto y «Jo ta ke, irabazi arte!» en las gradas, y Beaubois que anotaba para que Llull, otra vez, empatara a 89 tras triple a 38 segundos.

Larkin erraba el triple ante Nocioni, pero Llull tampoco encestaba, yéndose a la prórroga, pero esta vez sin polémica alguna.

Chaparrón de triples, y Llull

Y como en estas ocasiones siempre ha de emerger un héroe anónimo, ese tuvo que ser Gustavo Ayón.

Un robo que acabó con «dos más uno» le dio la iniciativa al Real Madrid, y otro «dos más uno» supuso la eliminación por faltas de Diop, amén de que el Real Madrid se escapara 96-100, renta que apuntaló Llull con dos tiros libres, en una jugada que empezó Ayón tras birlarle el rebote a Kim Tillie.

Fueron detalles que hicieron que se fuera el triunfo.