La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Donostia solicitó ayer la puesta en libertad inmediata de Sara Majarenas con el apoyo de PNV, PSE, EH Bildu e Irabazi y la única abstención del PP. El texto aprobado recoge la petición «a todas las entidades competentes en la materia para que aceleren los trámites necesarios para la puesta en libertad inmediata de Sara Majarenas evitando así la traumática separación de su hija Izar».

Asimismo, los firmantes recuerdan que la presa donostiarra «ya ha cumplido las tres cuartas partes de su pena, y ha solicitado acogerse a los beneficios penitenciarios, conforme a la legislación vigente, de modo que no hay razones legales para impedir su puesta en libertad».

La menor, que fue víctima de una agresión por parte de su padre el pasado 15 de enero, cumplirá tres años el próximo 2 de marzo, y en teoría es entonces cuando deberá abandonar la prisión de Picassent en la que convive con su madre dado que la ley establece el límite en esa edad. El texto aprobado ayer recoge que «la separación de su madre, la persona que le ofrece seguridad y confianza, sería un nuevo golpe para la niña». La menor ha permancido hospitalizada durante cinco semanas y ha sido intervenida cuatro veces, a lo que se añaden las secuelas síquicas del ataque sufrido.

Oier Gómez, en estado grave

Por otra parte, el colectivo Bagoaz alertó ayer en Baiona que «la situación de Oier Gómez es de extrema urgencia y por ello ponemos en marcha, desde ya, una dinámica para que sea liberado cuanto antes». Asimismo, anunció que recaracterizan la manifestación convocada para el 25 de marzo en Donibane Lohizune. A la reivindicación de la libertad condicional para Frederik Haranburu, Jakes Esnal y los hermanos Ion e Unai Parot, que pronto cumplirán 27 años encarcelados, han añadido la de la suspensión de condena para los presos enfermos, y con elevado grado de exigencia en el caso de Gómez debido a su grave estado.

Los propios médicos que tratan al gasteiztarra, hospitalizado desde el 10 de enero en La Pitié Salpêtrière de París, han redactado un informe médico que deja meridianamente clara la extrema gravedad de la patología que padece. El diagnóstico tampoco deja lugar a la duda. Se trata de un cáncer óseo a nivel de vértebras (sarcoma d’Ewing) en estado avanzado con metástasis en pelvis y cráneo.

Es más, los profesionales médicos estiman que «su pronóstico vital está en juego y que su estado de salud requiere cuidados médicos y paramédicos muy importantes (radioterapia, quimioterapia, fisioterapia) incompatibles indefinidamente con la reclusión».

Aseguran que en estas circunstancias «ni el alta hospitalaria ni su retorno a la cárcel son viables a corto y medio plazo». El informe finaliza apuntando que en su caso, «una adecuación de la condena por razones médicas debería ser examinada por los jueces».

Eso es, precisamente, lo que esperan sus familiares y abogada que depositaron la petición de suspensión de condena el 2 de febrero. El procedimiento está, pues, lanzado aunque desconocen en qué plazos podría dirimirse la demanda ya que, en principio, el juez de Aplicación de Penas deberá encargar un informe a un médico forense.

Sin embargo, para Bagoaz es una «cuestión urgente» puesto que para que el preso vasco «cuente con todas las opciones para vencer a la enfermedad, es necesario que esté en buenas condiciones, en Euskal Herria, al lado de sus allegados, algo que obviamente no ocurre hoy» subrayaron antes de denunciar que al tratarse de un preso DPS [equivalente a FIES] es objeto de un control específico cuya aplicación en el estado en que se encuentra es «intolerable e inhumana».

El organismo de defensa de los derechos de los presos detalló dichas condiciones: «Las visitas de abogados y familia se realizan ante un funcionario, solo pueden verle dos horas máximo a la semana y después de la visita le hacen registros integrales».

Bagoaz señaló directamente a la responsabilidad del Gobierno socialista de París y criticó su «falta de coraje político». «Es urgente poner fin a estas situaciones de excepción» afirmaron las portavoces incidiendo en que «para algunos presos se trata de una cuestión vital».

 

Azkarate, ospitaletik Soto del Realera berriro

Hamasei egun Gregorio Marañon ospitalean eman ondoren, Manu Azkarate preso tolosarra herenegun eraman zuten berriro Soto del Realeko espetxera.

Bertan segitu beharko du kaltetutako hankaren tratamendua jasotzen, ultzerak eragin zion isipula ez baitzaio erabat sendatu eta, ondorioz, ezin du denbora askoan zutik egon.

Bere senideek salatu egin dituzte ospitalean zen bitartean jasan behar izan dituen baldintzak eta inkomunikazioa. Izan ere, ezin izan du telefono deirik egin, ez prentsa jaso eta erlojua bera ere kendu egin zioten. Horrez gain, ez dute oraindik diagnostiko zehatzik jaso eta ez zentroan ez espetxean ez diete inolako azalpenik eman bere osasun egoeraz.

Azkarateren egoera salatzeko eta aske utz dezatela exijitzeko, atzo, inauterien hasierarekin bat, buzo eta maskara zuriz erabat estalita eta presoen Euskal Herriratzea eskatzeko banderolak eskuetan, 50 bat lagunek aldarrikapen ikusgarria egin zuten Tolosako zezen plaza barruan.A.M.