La XIII Caravana Vasca con el Sahara se puso en marcha ayer desde Donostia. Este año son seis trailers, a los que hay que sumar otros dos autobuses, un camión de eje rígido y una ambulancia. Entre todos, trasladarán las aproximadamente 22o toneladas de comida hasta los campamentos de refugiados.

En el acto previo al arranque de motores, se bailó un aurresku y tomaron la palabra Juanjo Lasa –presidente de la coordinadora de asociaciones con el Sahara de Araba, Gipuzkoa y Bizkaia–, así como responsables del consistorio donostiarra y el delegado de la República Árabe Socialista Democrática (RASD).

Los conductores, todos ellos voluntarios, transportarán el convoy hasta el puerto de Alicante, donde serán relevados por miembros de la Media Luna Árabe. Está previsto que en ese puerto se reúnan con otras caravanas similares de otros puntos del Estado, que viajarán después a Orán y de ahí, al Tinduf. Se calcula que, en total, la comitiva tardará cuatro días en alcanzar su destino.

La caravana de este año lleva por lema “Alimenta una esperanza” y, además de comestibles, lleva bienes de primera necesidad y útiles de higiene. El Ayuntamiento de Bilbo hizo una aportación de 25.000 euros a esta iniciativa.

Mientras, hoy, en los campos del desierto de la Hamada se espera la llegada de una delegación de congresistas de EEUU. El año pasado, la Cámara estadounidense ya celebró un debate sobre la resolución del conflicto.