Las fuerzas de seguridad iraquíes irrumpieron ayer en dos nuevos barrios del oeste de Mosul, en manos del Estado Islámico (ISIS), mientras los combates seguían en otras zonas de la ciudad. La resistencia de los yihadistas está frenando los progre- sos en la reconquista de la ciudad, aunque los mandos militares afirman que la ofensiva sigue según los planes previstos.

El comandante de las fuerzas «antiterroristas» general Abdelwahab al-Saadi dijo a Efe que ayer lograron abortar quince ataques suicidas con coche bomba en el barrio de Al-Maamun, donde las fuerzas iraquíes irrumpieron a principios de semana y cuyo 80% controlan.

Al menos treinta familias fueron evacuadas ayer de Al-Maamun hacia zonas seguras, mientras que el sábado 1.508 perso- nas salieron de este distrito.

Puente flotante

Al mismo tiempo, los enfrentamientos siguen en el barrio de Al-Tayaran, próximo al aeropuerto y al río Tigris hacia los edificios gubernamentales ubicados en Al-Dauasa, en el centro de la parte occidental de Mosul, sembrada de minas.

Las fuerzas iraquíes combatían a los yihadistas con el fin de instalar un puente flotante para cruzar el río que divide en dos la segunda ciudad de Irak. Pretenden unir la parte oriental, en su poder, al oeste, donde luchan contra el ISIS, ya que el barco es el único medio para unir ambas orillas después de que los cinco puentes sobre el Tigris hayan quedado inutilizados desde el inicio de la batalla por Mosul.

El año pasado, el uso de un puente flotante fue una etapa determinante en la reconquista de Ramadi, al oeste de Irak.

Según fuentes de inteligencia estadounidense, cerca de 2.000 yihadistas permanecen en el oeste de Mosul, donde recurren a francotiradores emboscados, atentados suicidas y bombas.

Ante la ofensiva de las tropas iraquíes, cavan zanjas alrededor de las casas para desplazarse con discreción, provocan incendios para llenar el cielo de humo y dificultar la labor de la aviación enemiga y usan a los civiles como escudos humanos.

Las tropas iraquíes hallaron ayer una fosa común con más de cien cadáveres de personas que fallecieron por la explosión de minas cuando trataban de huir de los barrios occidentales.