GARA
MANBIJ

Decenas de miles de civiles huyen de los combates en el norte de Siria

Los combates entre el Ejército sirio y el Estado Islámico en la provincia de Alepo han provocado un nuevo éxodo de decenas de miles de civiles, que huyen hacia las zonas controladas por la alianza kurdo-árabe de las FDS o por Turquía y sus grupos aliados.

En una semana más de 30.000 civiles, la mayoría mujeres y niños, han huido de los combates que acompañan el avance del Ejército sirio frente al Estado Islámico (ISIS), en el norte de la provincia de Alepo. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la mayoría se dirigía ayer hacia Manbij, en manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), alianza kurdo-árabe liderada por las milicias de las YPG. En largas filas, esperaban autorización para entrar a la ciudad, mientras las FDS verificaban que ningún yihadista entrara aprovechando este éxodo.

«El número de desplazados supera los 40.000 y no deja de crecer. La situación es muy difícil», afirmó el copresidente de la administración civil de Manbij, Ibrahim al-Quftan. La ciudad acogía ya a decenas de miles de desplazados y hace frente ahora a otra oleada masiva. Otros miles huyen hacia zonas bajo el control de las facciones rebeldes apoyadas por Turquía.

En su avance, el Ejército sirio ha tomado 29 localidades que controlaban los yihadistas y ha llegado ha la zona donde operan las FDS al sur de Manbij, con la que mantiene una especie de tregua. Su objetivo es alcanzar la localidad de Al Kafsa, donde se encuentra una estación de bombeo de agua que provee a la ciudad de Alepo.

Los huidos a Manbij se enfrentan además al peligro del Ejército turco y sus aliados que, dede que tomaron Al-Bab, más al oeste, ya anunciaron su intención de seguir hacia esta ciudad y llegar al feudo yihadista de Raqa para evitar que fuera tomado por las FDS, aunque el avance del Ejército sirio ha cortado esta ruta. Por otro lado, en lo que parece ser otra carta que juega Turquía contra los kurdos, milicianos apoyados por el PDK –gobernante en el Kurdistán iraquí– atacaron la zona de Sinjar, habitada por yazidíes y donde el ISIS llevó a cabo en 2014 cientos de ejecuciones y capturó a miles de mujeres a las que esclavizó. Precisamente, fueron las fuerzas del Kurdistán iraquí las que entonces abandonaron a los yazidíes, que solo pudieron contener al ISIS con la ayuda del PKK, cuya influencia ahora Ankara quiere eliminar.