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Merkel y Hollande defienden la UE a dos velocidades, también militares

El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, defendieron la apuesta por una UE a varias velocidades para rescatarla de sus amenazas en una minicumbre con los jefes de Gobierno italiano y español, Paolo Gentiloni y Mariano Rajoy, respectivamente, quienes defendieron una mayor integración europea «con diferentes niveles». Y uno de los ejes de esa mayor integración «a varias velocidades», según Hollande, debe ser la Defensa.

«La unidad no significa uniformidad, razón por la cual abogo por nuevas formas de cooperación, por una cooperación diferenciada, que hace que unos países puedan ir más rápido», afirmó el presidente francés, François Hollande, al término de la minicumbre para reactivar el proyecto europeo, amenazado por el Brexit y las tendencias eurófobas en varios estados.

La reunión congregó también en Versalles a la canciller alemana, Angela Merkel, así como a los jefes de Gobierno italiano y español, Paolo Gentiloni y Mariano Rajoy, respectivamente.

Merkel respaldó la postura de Hollande al destacar «la valentía de aceptar que ciertos países vayan por delante», sin cerrar la cooperación a otros, pero sin que tampoco estos puedan oponerse.

Entre los cinco escenarios de reforma de la UE esbozados por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, (del simple mercado único a una integración reforzada) París y Berlín ya han hecho su elección por una Europa a varias velocidades, en torno a un «núcleo duro» de los países que quieran implicarse más sin obligar al resto, que se sumarían en «círculos concéntricos. Como sucede ahora en el caso de la zona del euro y del espacio Schengen.

Rajoy, por su parte, afirmó que «a mí me gusta la opción que apuesta por más y mejor integración. Creo que Europa debe mirar lejos, porque cuando Europa ha mirado lejos es cuando ha vivido los mejores momentos de su historia». Gentiloni también dijo apostar por «una Europa más integrada pero con diferentes niveles de integración». Hollande insistió en que el statu quo no puede ser la solución. y cree que «Europa puede reactivarse a través de la defensa», según declaró en una entrevista a seis diarios europeos previa a la cumbre.

Defensa europea

Para Hollande, es necesario el proyecto por la situación geopolítica creada con la elección de Donald Trump, que multiplica las declaraciones de desconfianza ante la UE y la OTAN, y las ambiciones de Rusia, que quiere «afirmarse como potencia».

Sobre el proyecto europeo pesan numerosas incertidumbres, con las elecciones este año en el Estado francés –sumido en una grave crisis política–, en Países Bajos y en Alemania, con el auge de la ultraderecha eurófoba y xenófoba en los tres casos. La salida de Gran Bretaña ha animado además estas corrientes por lo que los principales socios de la UE se inclinan por la Unión a varias velocidades, comenzando por el ámbito militar.

Y, en opinión del presidente francés, en este proyecto «europeo», Gran Bretaña, segunda potencia militar europea, sí estaría «asociada» pese al Brexit.

Para Hollande, el «desconocimiento de lo que es la UE» por parte de Trump obliga a Europa a «demostrarle su cohesión política, su peso económico y su autonomía estratégica».

Los dirigentes de los cuatro países evitaron cualquier anuncio concreto en Versalles para no dar la imagen de que marcan de antemano el camino a seguir al resto de socios, con los que el jueves se reunirán en una nueva cumbre en Bruselas.

Polonia insiste en defender su candidato a presidir el Consejo

Polonia pidió que se tome en consideración a su candidato a la Presidencia del Consejo Europeo, según señaló su ministro de Exteriores, Witold Waszczykowski, rechazando así la reelección de su compatriota Donald Tusk al frente de los 28. Jacek Saryusz-Wolski «es nuestro candidato, es el único candidato polaco a la Presidencia del Consejo Europeo. No hay otro candidato polaco», subrayó Waszczykowski. El Gobierno conservador polaco, dirigido por el partido Derecho y Justicia (PiS), ha creado una situación inédita al rehusar apoyar la reelección de Tusk. El jefe del PiS, Jaroslaw Kaczynski, enemigo jurado de Tusk, sostiene que el actual presidente del Consejo Europeo es el candidato de «Angela Merkel; es el candidato alemán». Varsovia propone a además al eurodiputado Saryusz-Wolski, contra la opinión de su formación europea, el Partido Popular Europeo (PPE), que apoya a Tusk. El PPE retiró ayer a Saryusz-Wolski el cargo de vicepresidente de la Eurocámara y lamentó su «deslealtad» y «falta de respeto».GARA