Manu García, para quien el derbi de este sábado tendrá un carácter especial al haberse criado en la cantera txuri urdin, reconoció que en el vestuario babazorro «no pensamos a largo plazo, debemos hacerlo en obje- tivos pequeños y en el aliciente de la final de Copa». En este sentido, remarcó que «sería contraproducente» el hecho de «fijarse en el séptimo puesto», ya que «la filosofía que ha seguido el club y la plantilla de competir cada partido e intentar ser mejor que la semana anterior» les ha funcionado bien.

«Si mantenemos esa línea quizás a falta de dos o tres partidos puedo decir si estamos en condiciones de disputar otras cosas, pero ahora solo nos interesa mejorar, llegar en condiciones idóneas a la final de Copa y terminar en la posición más alta posible», profundizó el centrocampista gasteiztarra.

El Alavés volverá a encarar uno de los test más exigentes que le quedan de aquí al final del campeonato, aunque si lo hace con la misma imagen que ha ofrecido ante rivales de gran entidad, caso del Atlético o Sevilla, el espectáculo está servido. «La Real es uno de los equipos que está más en forma, intenta tener mucha posesión y dispone de jugadores muy desequilibrantes arriba», analizó.

«Tenemos un reto muy importante –amplió– ante un conjunto que está haciendo una temporada excelente y que ahora mismo es más equipo que en el partido de ida, pues sus jugadores han evolucionado». En aquel encuentro de la primera vuelta, la Real ganó por 3-0 a un Alavés que, a juicio de Manu García, «probablemente» realizó el peor partido de la temporada, al ser superado «con claridad» por los anfitriones.

El pivote asumió que está «contento» con el rendimiento personal que esta ofreciendo en Primera, ya que «era un desafío» demostrar que puede «competir con los mejores jugadores de la liga». «Nos queda temporada por delante para seguir evolucionando y, si nos quedamos aquí, sería un fracaso. Por eso tenemos que ser ambiciosos y mejorar», expuso.