Alberto Zerain partirá el domingo hacia Nepal para intentar hollar la cima del Annapurna (8.091 metros) y conquistar así el que sería el décimo “ochomil' de su carrera. El alavés tendrá como compañero de cordada al vizcaíno Jonatan García en este intento de ascensión a la décima cima del planeta y primera de más de ocho mil metros que logró ser alcanzada por el ser humano, concretamente por los franceses Maurice Herzog y Louis Lachenal en 1950.

Quien no estará será Juanito Oiarzabal, a pesar de estar enmarcada esta ascensión en el proyecto “2x14x8000”. El veterano alpinista gasteiztarra declaró ayer que no se encuentra plenamente restablecido de las dos trombosis que se le formaron en los pulmones el pasado año en la ascensión al Dhaulagiri y de una intervención quirúrgica en la rodilla.

«A día de hoy no me veo capacitado para subir a una montaña de 8.000 metros. Mientras Alberto va al Annapurna yo intentaré recuperarme para en otoño ir los dos al Tíbet a intentar el Shisha Pangma (8.013 metros)», explicó Oiarzabal en la presentación de la expedición realizada ayer en Bilbo.

Luego, hacia el Nanga Parbat

En cuanto al Annapurna, Zerain avanzó que su previsión es alcanzar el campo base de la cara norte (4.192 metros) a mediados de abril y subir por la “ruta alemana”, «algo menos peligrosa que la normal francesa» aunque se trata de un corredor «salpicado de seracs –bloques de hielo con grandes grietas– y con avalanchas muy frecuentes».

El alavés anunció su idea de «aprovechar la aclimatación» en el Annapurna para unos días después ir a Pakistán y acometer el Nanga Parbat (8.125) junto al argentino Mariano Galván, con quien hizo cima en el Manaslu en 2016. «No voy a arriesgar demasiado. El año comienza ahora y no solo está el Annapurna. Es una carrera de fondo y hay que cuidarse mucho», dijo.