Raimundo Fitero
DE REOJO

Compañías

La muerte nos hace mejor de lo que fuimos o pudimos ser. Carme Chacón murió de repente la tarde del domingo y su desaparición ha sorprendido de manera impactante a todos debido a su juventud. Una cardiopatía congénita parece ser la causa de este fallecimiento inesperado. Desde entonces correligionarios, amigos, contendientes políticos se han dedicado a hacerla mejor, a recordarnos su biografía en los momentos más reseñables. Es una costumbre de buena educación, una suerte de reconciliación tardía. No voy a ser menos. La hemos visto mandar ponerse firmes a los militares, disfrutar con su maternidad, llorar por las presiones que le obligaron a retirarse de la candidaturaza secretaria general del partido que ahora la ensalza hasta lo indecible cuando casi le obligaron a su retiro de la primera línea de la política. Abrió caminos, tuvo una carrera política de primera magnitud.

Pero televisivamente lo importante es que la periodista navarra Cristina Pardo presentó la primera entrega de un programa titulado “Malas compañías”, producido y auspiciado por la productora de Évole que fue muy bien recibido por la audiencia, logrando más de un diez por ciento de audiencia, lo que es bastante, y poniéndonos frente a corruptos anónimos, es decir, imputados de corrupción que no habían aparecido en los medios, aunque formaran parte del engranaje más eficiente del sistema de asalto a las arcas públicas por parte del PP valenciano. Confesiones de arrepentidos que pueden pasarse algunos años en la cárcel que nos describen a la perfección sus operativos, que al ser contado en primera persona, con detalles, repugna más, pero alivia por si propicia una catarsis judicial y política. Uno confesó que en sus mejores momentos podía ganar unos veinte o veinticinco mil euros…. al mes. En compañía de otros.