«La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) preserva su unidad monolítica, granítica, y ratifica su lealtad incondicional al señor presidente», afirmó el lunes el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, en un acto militar de homenaje a la Milicia Bolivariana, encabezado por el presidente, Nicolás Maduro, en el exterior del Palacio presidencial de Miraflores.

«No es tiempo de traición, no es tiempo de vacilantes; que cada quien se defina: si estamos con la patria o en contra de ella», advirtió Maduro, al referirse a la creciente tensión que vive el país desde hace dos semanas entre protestas de la oposición, que ha llegado a pedir al Ejército su intervención.

El general Padrino López describió a Maduro como un «presidente auténticamente chavista que la Fuerza Armada admira» y a ésta como «radicalmente antiimperialista» y seguidora de Hugo Chávez.

El lunes militares desarmados llevaron a cabo desfiles para conmemorar el séptimo aniversario de la creación de la milicia y reafirmar la «unión cívico-militar» en Venezuela, en vísperas de la marcha que ha convocado para hoy la oposición.

Los militares hicieron un llamado «a la cordura y al sentido común para evitar un derramamiento de sangre» en las protestas antigubernamentales.

Los grupos opositores exigen un adelanto de las elecciones presidenciales, previstas para diciembre de 2018. La oposición, que solo admite la salida del chavismo del poder para resolver la crisis, prometió llevar a cabo hoy «la mamá de las marchas», pero el chavismo también tiene previsto llenar las calles de Caracas. En ese contexto, la alianza opositora MUD pidió al Ejército que «medite sobre el papel que están haciendo en este momento de la historia de Venezuela» y no reprima las manifestaciones.

Las protestas de los días previos, que dejaron cinco muertos, comenzaron después de que el Tribunal Supremo de Justicia asumiera las funciones del Parlamento y levantara la inmunidad de los diputados. Aunque los fallos fueron anulados, la oposición mantuvo las protestas, que Maduro asegura promueven un golpe de Estado.

Caracas critica la «injerencia grosera»

La ministra de Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, criticó la «grosera injerencia» de los once países latinoamericanos que han exigido al Gobierno venezolano que «respete el derecho a la manifestación pacífica» y respaldan la petición de la oposición de adelantar las elecciones, sobre todo porque muchos de ellos presentan graves déficits en el respeto a los derechos humanos. «Venezuela rechaza la grosera injerencia de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Uruguay», que avalan la «violencia vandálica de la oposición», señaló. Rodríguez criticó el «doble estándar y selectividad política de estos gobiernos para avalar la violencia vandálica de la oposición venezolana». La canciller acusó a estos países de violar las normas internacionales «para apadrinar el intervencionismo de Venezuela». «Han caído en el ridículo de anhelar gobernar Venezuela siendo ellos ejemplo patético de violaciones a los derechos humanos de sus pueblos», subrayó. GARA