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El escudo antimisiles de EEUU llega a Corea del Sur para indignación de China

Las fuerzas de EEUU entregaron ayer a Corea del Sur los primeros elementos del escudo antimisiles destinado a hacer frente a la amenaza del vecino norcoreano, pero que suscita el abierto rechazo de China. El despliegue llega en un momento de alta tensión en la península.

Washington y Seúl anunciaron el pasado 7 de marzo el inicio del despliegue del escudo antimisiles THAAD, explicando que permitirá luchar contra la amenaza de los misiles balísticos norcoreanos, que el régimen de Pyongyang persiste en desarrollar a pesar de las sanciones internacionales, pero provocando la ira de China, que ayer insistió en que elevará la tensión en la región y advirtió de que tomará medidas para proteger sus intereses, pues considera que el sistema amenaza su seguridad.

La tensión se ha incrementado en la península coreana durante los últimos meses con las respuestas beligerantes dadas a los ensayos de misiles balísticos norcoreanos por parte de EEUU, que decidió enviar a la zona el portaviones Carl Vinson y su flota aeronaval –a los que se sumará el submarino nuclear USS Michigan–, que llegarán a Corea del Sur antes del fin de semana para participar en unas maniobras conjuntas y ayer entregó a Seúl los primeros elementos de su escudo antimisiles.

El escudo está diseñado para interceptar y destruir los misiles balísticos norcoreanos de corto y mediano alcance durante la fase final de su vuelo. Ayer, Seúl señaló que espera poner en marcha su fase operativa «lo antes posible» para que esté totalmente desplegado antes de finales de año. El jefe del Comando Asia-Pacífico, almirante Harry Harris, dijo que estará totalmente operativo en unos días y no descartó un despliegue adicional del THAAD en Hawai.

Advertencia de Pekín

China se opone abiertamente al escudo por considerarlo un factor de inestabilidad regional y puede usarse para obtener información de sus instalaciones militares. «No ayuda de ninguna manera a la desnuclearización de la península coreana ni a la paz y estabilidad regional. También mina seriamente los intereses estratégicos de China en materia de seguridad», enfatizó Pekín, que urgió a Seúl y Washington a dar un paso atrás y les alertó de que tomará «de manera firme» las medidas necesarias para proteger sus intereses, sin más precisiones.

Sin embargo, Corea del Norte no se deja impresionar por Washington. Tras un gigantesco desfile militar el 15 de abril, dijo haber llevado a cabo importantes maniobras el martes. La prensa local habló de los «ejercicios de disparos de artillería más importantes» –entre 300 y 400 proyectiles de largo alcance–.

Apenas un día después, fuerzas surcoreanas y estadounidenses realizaron una de sus mayores maniobras con fuego real en Pocheon (a escasos 30 kilómetros de la frontera con el norte), en el marco de los simulacros conjuntos que realizan cada primavera.

Corea del Sur, Japón y EEUU quieren promover, además, la inclusión de medidas como prohibir a Pyongyang que venda sus derechos de pesca y que exporte mano de obra en un nuevo paquete de sanciones que activaría el Consejo de Seguridad si realiza más pruebas.

Pekín bota su segundo portaaviones, el primero totalmente chino

China botó ayer su segundo portaaviones, el primero diseñado y fabricado enteramente en el país, en un contexto de grandes inversiones en sus Fuerzas Armadas, reforzando su estatus de gran potencia capaz de rivalizar con EEUU –que tiene diez–, en medio de crecientes tensiones en torno a Corea del Norte. La nave, cuyo nombre y fecha de puesta en servicio no se revelaron, fue construida en Dalian y tendrá propulsión convencional, aunque necesitará unos dos años para estar enteramente equipada y llevar a cabo sus primeras pruebas en el mar.GARA