Raimundo Fitero
DE REOJO

Los rusos

Como no aparezca en las próximas horas una denuncia de alguno de los candidatos a la secretaría general del partido zombi de haber sido espiado por los rusos, no van a pasar la prueba del algodón del interés general de su convocatoria. Por cierto, alguien sabe qué programa defiende cada pretendiente. Susana sigue siendo la más borde. Pachi el más Patxi. Pedro el más guapo. Por cierto, ¿para qué sirven estas primarias? Algunos medios se creen que quien gane ahora va directamente a la Moncloa. Todos quieren  (y se quieren) engañar un poco más.

Pero lo de los supuestos hackeos de agentes rusos que intervienen en las elecciones de EEUU y ahora en Francia empieza a parecerme una nueva metáfora del lobo. Si eres espiado (¿cómo deberíamos llamar a esta acción?) y sacan a la luz tus correos electrónicos y otras comunicaciones en donde se compromete tu discurso o se te relaciona con agentes extraños de otros países o de otras bandas organizadas, ¿eso no sería bueno para la democracia? A mi entender se trata de ofrecer información extra al electorado. Lo malo es que parece que huele a cloaca. Dicen que todo está manipulado, que son rumores, que están descontextualizados. Y que a Putin y sus agentes especiales les interesa siempre que gane el candidato más a la extrema derecha. Pero nadie aclara los motivos de esa obsesión o de ese amor por los dirigentes ultras. ¿No será que todo es mentira, pero de las mentiras gordas, menos los mensajes que se van conociendo? Quiero decir que ni son los rusos, ni los chinos, ni los conquenses, sino que se trata del nuevo sistema de manipulación electoral global. Es decir de un partido a otro, de un gobierno a otro y por encima los de siempre: CIA y el KGB. Perdón, me ha picado la culebra de la obviedad “vintage”. Y no tengo a mano el antídoto.