Raimundo Fitero
DE REOJO

El caos

Da un poco de risa. El caos creado por el ataque cibernético más grande de la historia nos deja a todos tiritando de miedo. El terrorismo informático se ha instaurado. Escuchar que un representante de un gobierno europeo pide a sus ciudadanos que no paguen el rescate es entrar en una película mala de anticiencia ficción. No es de risa. Se ha dado un paso hacía el miedo global. Si se les puede atacar a las grandes corporaciones mundiales de una manera tan directa es que nos han estado engañando hasta antes de ayer.

Más de cien países afectados. La confusión es absoluta. No sé dónde el ataque ha hecho que los anuncios de los trenes en los panales de las estaciones se alterasen. En otros lugares se han quedado colgados cientos de ordenadores de empresas como Renault o Telefónica. Un sistema operativo queda retratado, directamente puesto en cuarentena. Su máximo responsable acusa a que no se han avanzado en los cortafuegos, en los programas preventivos y de choque contra el invasor. Se escucha lenguaje bélico que nos amplía la zozobra.

¿No será todo una demostración de fuerza de una organización secreta? ¿O una actuación planificada de unos hackers muy bien arropados por servicios secretos? O pienso todavía con más cinismo, ¿no estaremos ante el mayor anuncio publicitario de sistemas anti-virus jamás pensando y ejecutado? Panda fue una marca de origen vasco que nos hizo sentirnos tranquilos. Hoy buscamos alguna seguridad y solamente hallamos declaraciones. Ha sido efectuado por un “ransomware”, que ataca al disco duro. Es decir, dependiendo de las ganas de hacer daño se puede meter más troyanos, más acción destructora. Pánico: han sido afectados hospitales, aviones, redes internas de empresas importantes. El caos más terrorífico con la pantalla en azul.