GARA
CICLISMO - GIRO 2017

Nairo Quintana pone orden y suma etapa y liderato

Una moto policial provocó la caída de Landa, que dijo adiós a la general, y de Thomas, también del Sky.

El colombiano afincado en Euskal Herria Nairo Quintana (Movistar) se impuso en el Blockhaus, en cuya cima dio un doble golpe tras un vuelo en solitario que le permitió enfundarse la maglia rosa de líder del Giro.

Fue un golpe de autoridad facilitado por la mala suerte de dos rivales directos, el vasco Mikel Landa y el galés Geraint Thomas (Sky), eliminados a 14 kilómetros de meta por una caída provocada por la moto de un policía mal estacionada en el borde de la carretera. Landa se levantó más rápido que su compañero, pero sufrió más en la subida. Perdió casi 27 minutos con lo que dijo adiós a la general del Giro. Thomas levantó cabeza, pero se dejó 5 minutos.

Con el Sky descabezado, Quintana se ocupó de continuar la estrategia de su equipo y de asestar un golpe definitivo a 4,8 de meta, cuando el cóndor boyacense abrió las alas en solitario hasta anidar en la cima del Blockhaus, “el búnker”, donde alzó los brazos con un adelanto de 24 segundos sobre sus primeras víctimas, el francés Thibaut Pinot (FDJ) y el holandés Tom Dumoulin (Sunweb).

Fueron los primeros del estropicio, aunque ambos salvaron la jornada, sobre todo Dumoulin, que podrá lucirse en la crono de 40 kilómetros de mañana e incluso pelear por el liderato. Mayor peaje pagaron Mollema, a 49 segundos del colombiano, y Nibali, a un minuto, desfondado desde lejos. Dos minutos y 14 segundos cedió el ruso Zakarin y más de cuatro Geraint Thomas, ya eliminado en la general.

Control total de Movistar

Fue una jornada con un solo puerto, corta pero peligrosa por el muro final en el Blockhaus, primera cita seria del Giro después de 9 días de reposo activo. Marcada por los favoritos, y señalada a fuego por el Movistar y el propio Quintana, quien ya había avisado de que habría diferencias en el «Alpe D’Huez italiano», donde esperaban 13 kilómetros al 8,4% sin apenas descanso. Movistar empezó con las pilas puestas desde la salida del hotel. Las ideas claras: control de la etapa y en el puerto final colocar a tres ayudantes de Quintana para dinamitar la carrera. Por eso, los de Arrieta persiguieron a todos los osados que salieron en fuga, con el vizcaino Omar Fraile entre ellos.

Así, a 22 km de meta, el pelotón ya viajaba compacto controlado totalmente por los lugartenientes de Quintana. Luego llegaría el estropicio de la moto y le exhibición de Quintana.

Para hoy, jornada de descanso en víspera de la contrreloj.

Con la vista puesta en la contrarreloj

Nairo Quintana explicó tras llegar a la meta que su intención «era demostrar» que tanto él como su equipo están en buena forma y, sobre todo, arañar tiempo a varios de sus rivales de cara a la contrarreloj de mañana.

«Ha sido un día muy bonito. He querido demostrar que las piernas mías y las de todos mis compañeros van bien. Me encuentro fuerte y el equipo también se siente así. Todos los compañeros han trabajado de manera fantástica, desde el primero hasta el último, todo el día, y eso siempre te da una motivación extra para rendir al máximo», manifestó el jefe de filas del Movistar.

«Sabía que era importante abrir algo de distancia con los otros rivales de cara a la crono. Después del primer ataque he visto que Pinot y Nibali me seguían, pero lo seguí intentando una y otra vez hasta que he podido finalmente abrir hueco y seguir hacia adelante», relató el corredor colombiano.GARA