Sabedor de que los meteorólogos anunciaron una ventana de buen tiempo los días 20 y 21 de mayo, Kilian Jornet decidió marcarse el día 20 para iniciar el reto de ascender al Everest, la montaña más alta del planeta (8.848 m), sin oxígeno, sin utilizar cuerdas fijas y de una sola tirada siguiendo la ruta tradicional, la cara norte. Y el resultado ha sido brillante: saliendo el día 20 a las 22.00 –hora de Nepal– desde el campo base, situado en el antiguo monasterio de Rombuk (5.100 m), llegó a la cima a medianoche del día siguiente. Es decir, el catalán ha tardado 26 horas en ascender, estableciendo una nueva marca de velocidad. Para hacerse una idea del hito, habitualmente las expediciones tardan unos cuatro días para hacer cima saliendo desde el Advanced Base Camp (ABC).

«Subir a la cima del Everest sin cuerdas fijas no es algo que se pueda hacer todos los días. Vi una puesta de sol espectacular y finalmente, a medianoche, llegaba a la cima. Estaba solo pero veía luces de frontales tanto en la vertiente norte como en la sur de expediciones que comenzaban el ascenso. Enseguida empecé a bajar, para poder llegar lo más rápidamente posible al ABC», explicó en un su blog.

Con este reto Jornet, muy conocido en Euskal Herria por ser un participante habitual de la Zegama-Aizkorri y varias veces vencedor en ella, culmina su proyecto personal “Summits of My Life” (Cimas de mi vida) que le ha permitido viajar por todo el mundo intentando establecer récords de ascenso en algunas de las montañas más icónicas.

Comenzó en la cordillera del Mont Blanc en 2012 y desde entonces ha escalado montañas en Europa (Mont Blanc y Cervino), en América del Norte (Denali) y en América del Sur (Aconcagua). La del Everest es la segunda vez que lo intentaba, ya que la expedición se tuvo que posponer en setiembre de 2016 por las malas condiciones meteorológicas.

En esta segunda ocasión, además, el catalán ha tenido que hacer frente a un fuerte malestar en el estómago a 7.500 metros de altitud. «No me encontraba muy bien y avanzaba muy lentamente. Cada pocos metros tenía que detenerme ya fuera con vómitos o con rampas. A pesar de todo, me encontraba bien en altura y decidí continuar», explicó el propio Kilian Jornet. 

Tres fallecidos el fin de semana

El ascenso récord de Jornet ha coincidido con la muerte durante el fin de semana de tres escaladores: el indio Ravi Kumar (27 años), el eslovaco Vladimir Strba (49 años) y el estadounidense Roland Yearwood (50 años).

Desde el inicio de la temporada de escalada, a mediados de abril, al menos cinco alpinistas han perdido la vida al intentar coronar el techo del mundo.