Quedan horas para que arranque la esperada final de Copa. Hace más de tres meses se decidió el enfrentamiento que se daría en ese último partido en la que se jugará el título copero. A principios de febrero, el día 8 concretamente, cuando Edgar Méndez, en el último instante, logró romper la igualada frente al Celta todo Mendizorrotza saltó de alegría por el pase histórico que logró su equipo. Nunca antes el Deportivo Alavés había conseguido alcanzar la final de Copa y este mismo mes se cumplió el decimosexto aniversario de la final de la UEFA que disputaron los albiazules en Dortmund en la que el Liverpool salió vencedor (5-4).

Muchos han querido comparar esa final europea con la que se jugará hoy mismo. Tanto en el 2001 como esta misma temporada, el Alavés se enfrenta a un equipo que a priori es superior, que es claro favorito para ganar el mencionado trofeo. El Barcelona triplica el presupuesto al Deportivo Alavés y es capaz de sacar los partidos mediante las individualidades de cualquier jugador. El Glorioso, por su parte, destaca por ser un auténtico grupo, una piña en la que todos reman en la misma dirección, y esa misma baza será la que intente neutralizar la calidad de los culés. Esta plantilla ya lo logró una vez, y ha sido el único en vencerles en su propio feudo, en el Camp Nou (1-2). Aunque parezca inevitable pensar en ese partido, los propios protagonistas han recordado la abultada derrota de la segunda vuelta en Mendizorrotza. Por ello, la frase más repetida estos días previos ha sido la de que «los partidos de liga no son referencia para nosotros».

Mientras los de Pellegrino consiguieron el principal objetivo a falta de seis jornadas para finalizar la liga, la escuadra de Luis Enrique estuvo con opciones de llevarse el título de la competición regular hasta el último partido, con una resolución desfavorable para los culés. El argentino ha ido dando descanso a sus jugadores más utilizados con la intención de llegar con todas las energias al partido más importante de la temporada. El conjunto blaugrana, por su parte, se encuentra ante la oportunidad de cerrar la temporada al menos alzando un título, en el último encuentro del técnico asturiano al frente de la nave barcelonesa. Puede suponer el primer título de los albiazules o la 29ª Copa de los blaugranas.

Quinto equipo menos goleado

Hoy se enfrentan el segundo clasificado de liga y el noveno, el equipo más goleador frente al cuarto conjunto que menos goles a marcado, 116 frente a 41. Sin embargo, los de Pellegrino pueden presumir de ser el quinto equipo menos goleado de la competición liguera, solo superado por el Real Madrid, el propio Barcelona, Atlético de Madrid y Villarreal. El Alavés ha encajado seis goles más que el cuadro culé, una estadística que refleja lo eficaces que han sido defensivamente. El gol-average albiazul es negativo (-2), muestra de la buena gestión de los goles. No ha marcado muchos goles pero tampoco ha encajado tantos. Esa regularidad y seguridad defensiva les ha llevado a terminar la liga en la novena posición, un buen puesto para un recién ascendido, y han alcanzado la final de la Copa.

La trayectoria en la competición del K.O. no hizo más que reafirmar la personalidad del Deportivo Alavés. De los ocho encuentros disputados, ganó en cuatro ocasiones, pero nunca perdió. Es más, eliminó al Deportivo de A Coruña con sendos empates, con un 2-2 en Riazor y un 1-1 en Mendizorrotza, aprovechando al máximo el valor doble de los goles a domicilio. Tampoco pudo ganar en Vigo pero el no encajar marcó la diferencia entre llegar a la final o no. El 0-0 tampoco apuntaba a la tranquilidad, y menos cuando en el partido de vuelta los de Berizzo empezaron a achuchar. No obstante, los celtiñas se vieron sorprendidos por la eficacia de un equipo que es capaz de dar un golpe sin apenas avisar. Los de Pellegrino tratarán de repetir esa hazaña en el Vicente Calderón. En liga llegaron a sorprender en el ya mencionado Camp Noy, en el Estadio de la Cerámica, en el Vicente Calderón; y ganaron en casa a equipos potentes como Sevilla, Valencia, Villarreal, Real Sociedad, Athletic... No es casualidad que uno de los equipos de la final sea el Deportivo Alavés. Los pupilos de Pellegrino llegan a la final con una racha de siete jornadas sin perder y el Barcelona ha cerrado la liga ganando los últimos siete encuentros.

Ausencias destacadas

Laguardia es la única baja por lesión que tiene que solucionar el técnico babazorro. El aragonés, lesionado frente a la UD Las Palmas, ha sido una de las piezas más importantes de la retaguardia albiazul. Durante la semana Ely se resintió de unas molestias pero se prevé que parta de inicio. Pellegrino no quiso dar más detalles sobre su formación pero lo más seguro es que cuente con la presencia de las jóvenes revelaciones de la temporada: Theo Hernández, Marcos Llorente y Víctor Camarasa. El inquieto Deyverson será la referencia en ataque.

Por parte del Barcelona, Luis Suárez y Sergi Roberto presenciarán el duelo desde la grada por la expulsión en el partido de vuelta de semifinales. Por ello, Luis Enrique tendrá que improvisar para formar la línea defensiva. Se desconoce quién ocupara el lateral derecho, mientras que Paco Alcácer puede ser el elegido para suplir al ariete uruguayo y volverá a jugar Gerard Piqué en el centro de la zaga.