Gorka Urtaran vuelve a dar la espalda al cambio
Una vez más. El alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, ha vuelto a dar la espalda al cambio político y social en la capital alavesa. A las polémicas decisiones sobre el IAE y el presupuesto de 2017, se suma ahora el futuro de Errekaleor, un barrio autogestionado que desde el pasado viernes está a oscuras. Los técnicos de Iberdrola se presentaron junto a un nutrido grupo ertzainas y arrancaron los cables que dan luz a los vecinos y vecinas, que formaron un muro popular para defender el transformador.
El mismo viernes, el Gabinete de Urtaran aplaudió el corte de electricidad, requerido por el Departamento de Industria de Lakua, y hace un par de días el regidor jeltzale anunció que ya ha instado a Ensanche XXI a que prepare el derribo de las viviendas, en las que habitan 150 personas. El Ejecutivo se plegó a los deseos del PP, que defiende el desalojo de Errekaleor, y desoyó a los ediles de EH Bildu, Podemos e Irabazi, que defienden la continuidad de un proyecto que arrancó hace tres años, cuando un grupo de estudiantes decidió resucitar una barriada obrera, amenazada por la especulación.
En el pleno de ayer se puso de manifiesto la tensión existente entre las fuerzas de izquierda y el primer edil, que expulsó a la portavoz soberanista, Miren Larrion. Lo hizo precisamente durante el debate de una moción presentada por el PP para que Gasteiz «deje de ser una ciudad ocupa», para que la capital alavesa deje de ser una ciudad que trata de articular iniciativas que tienen por objeto fomentar el acceso a la vivienda y la vida comunitaria.