El irresistible encanto del cine cutre
En la fallida pero simpática “Jay y Bob el Silencioso Contraatacan”, Kevin Smith ideó la venganza definitiva para todos aquellos energúmenos que echaban pestes sobre su cine. El plan era tan sencillo como perfecto, y consistía, básicamente, en recorrer medio país en busca de los críticos, bloggeros y demás enemigos a la causa, para propinarles, directamente, una soberana paliza. Pues bien, algo similar sucede con el primer largometraje de la dupla compuesta por Paco Fox y Miguel Ángel Viruete. La historia nos habla ahora de dos frikis a los que les gusta invertir buena parte de su tiempo viendo y despotricando sobre “cine basura”, es decir, sobre esas películas de serie Z que basan parte de su –innegable– encanto en la pésima calidad de sus guiones, interpretaciones, efectos especiales... Hasta que llega el día en que el destino les mete, literalmente, en una de estas películas, experiencia traumática que se alarga ad eternum, pues cuando los amigos logran salir de ahí, comprueban, entre la ilusión y el terror, que el mundo se ha transformado en una de sus amadas/odiadas pelis. Carta de amor (no exenta de mala baba) dirigida al cine más desastroso.