El fútbol georgiano reconoce en un libro la influencia de la Selección vasca del 37
En Georgia se popularizó la teoría de que los vascos estaban ligados con los antiguos pobladores de esta república caucásica, que en los tiempos remotos también era llamada Iberia. Mito o no, sobre lo que parece no haber duda es la influencia que el fútbol vasco tuvo en el balompié en el país en el cual la Selección vasca del año 1937 dejó su sello. Precisamente, un libro en el que se relata el impacto en el fútbol georgiano de este combinado que hizo hace 80 años una histórica gira por la antigua Unión Soviética, fue presentado ayer en la sede del Ministerio de Deportes, en Tiflis. ‘‘Historia iniciada por los vascos’’, es el título del recopilatorio escrito por Lasha Goduadze, periodista deportivo, que quiere homenajear al equipo vasco en el 80 aniversario de dicha singladura.
El libro cuenta la historia de los 771 partidos internacionales disputados por el Dinamo Tiflis, símbolo del fútbol georgiano y campeón de la antigua Recopa de Europa en 1981. El primero de esos partidos internacionales tuvo como rival precisamente al conjunto vasco el 24 de julio de 1937. Cayó del lado de los visitantes por 0-2, con goles del legendario Isidro Lángara, autor de 17 goles en la gira, y de Mináev en propia puerta. Ante la gran expectación que provocó ese encuentro, los georgianos se animaron a pedir al Kremlin que se quedaran en Tiflis unos días más para jugar un segundo partido el 30 de julio. Eso sí, esa vez el rival de la selección vasca no fue el Dinamo, sino un combinado de los mejores futbolistas de la república, lo que no impidió que los invitados ganaran de nuevo (3-1) con dos tantos de Lángara y uno de Emilio Alonso.
«Los vascos abrieron hace 80 años para Georgia y el resto de la URSS toda la riqueza táctica del fútbol. ¡Fue una magnífica lección!», asegura a Efe Revaz Dzodzuashvili, jugador del Dinamo y de la selección georgiana. En su opinión, «gracias a los vascos tuvo lugar la integración de los futbolistas georgianos en el mundo del fútbol a nivel mundial». En Georgia existe una peña del Athletic dirigida por el empresario Lasha Dzhordzhadze, quien se ha dirigido a la federación para que organice un partido de veteranos entre el Dinamo y los bilbainos. El histórico futbolista georgiano y campeón olímpico en 1988, Guela Ketashvili, dice que «ya hace muchos años que es aficionado» de los leones. «Los vascos son muy parecidos a los georgianos. Somos igual de abiertos y temperamentales», sostiene.