Arnaitz GORRITI
BALONMANO-COPA

Una horrible primera mitad le cuesta una paliza a Anaitasuna

Los de Juanto Apezetxea se estrellaron ante Kappelin y facilitaron demasiados contragolpes a un muy solvente Naturhouse Logroño.

NATUR. LOGROñO 33

ANAITASUNA 21


Hay días en los que más valdría no haberse levantado de la cama. Algo así pensarían los miembros de Helvetia Anaitasuna, que un día después de eliminar a Ademar León se llevaban una monumental paliza en su semifinal copera ante el Naturhouse Logroño. Los de Juanto Apezetxea pagaron muy caro una primera mitad horrorosa que terminó con 19-8, después de que Kappelin se diera un homenaje en portería, y las sucesivas pérdidas iruindarras le facilitaran el trabajo al cuadro riojano. Para más inri, Ceretta se lesionó en la segunda mitad.

Desde luego que el arranque fue casi premonitorio para los de Jaunto Apezetxea, hasta el punto de que el técnico navarro solicitó su primer tiempo muerto a los cinco minutos de arrancar la semifinal, ya que el «Anaita» caía por 5-1. En la siguiente jugada Ceretta marcó el 5-2... y pare usted de contar. Para cuando parpadearon los navarros, ya caían por 11-4, con gol de Kappelin inclusive, valiéndose de que Apezetxea había vaciado la portería para no atacar en inferioridad. Es decir, que o bien sucedía algo parecido a un milagro, o adiós a la temporada.

Y milagros no hubo, aunque la defensa iruindarra al menos sí fue más agresiva en el tramo final de la primera mitad. Claro que el ataque, salvo los lanzamientos de siete metros que iba convirtiendo Días, apenas traía beneficios consigo. Quede para el anecdotario, eso sí, el paradón de Erik Balenciaga ante el lanzamiento sin portero de Naturhouse Logroño, lanzando su cuerpo hacia atrás y palmeando fuera la bola antes de posarse en el área. Meritoria acción, sin duda, pero muy escasita para lo que traía el partido consigo.

La entrada de Nordlander por un Sergey Hernández nada afortunado –en la segunda mitad volvió a un nivel notablemente mayor– dio cierto empaque a la portería de Anaitasuna, pero el roto ya estaba hecho, y al 19-8, tocaba caer con dignidad, y punto. Eso, o ver qué tal transcurrían los primeros minutos de la reanudación. Porque si tenía que haber reacción alguna por parte navarra, esta debía asomar desde el pitido de arranque.

Resbalones y lesión

Pero esta no asomó, y sí una preocupante torcedura de tobillo de Ceretta, segundos después de marcar su segundo gol en el partido. Por si no bastaba con la paliza recibida. Suerte que el posterior susto que dio Balenciaga se quedó en nada.

De hecho, el calor provocó un sinfín de resbalones, sobre todo en la zona de ataque de Helvetia Anaitasuna. Y con el partido decidido; es decir, con menor tensión entre los jugadores, que nadie más se lesionara fue una de las mejores noticias.

Porque en lo que respectaba al partido, Naturhouse Logroño seguía sin dar opción. Aunque Gurutz Aginagalde también tuvo su momento de gloria, lo cierto es que Kappelin se convirtió en un auténtico muro para los iruindarras. Solo cuando el portero sueco se retiró pudieron los de Apezetxea ver el marco un pelín más grande. No mucho, en todo caso, porque su desventaja jamás fue menor a la de ocho goles.

Es más, la renta riojana llegó a ser de 14 goles, cuando el guipuzcoano Imanol Garciandia establecía el 33-19. Afortunadamente, el partido tocaba a su fin y Helvetia Anaitasuna pudo maquillar mínimamente el resultado. Después de que hace un año lograran un brillante subcampeonato, los de Juanto Apezetxea se fueron de la Copa con una paliza en el lomo. Un borrón que, en todo caso, no empaña una campaña más que meritoria de la escuadra de Iruñea.

El Barça pasa a la final casi sin sudar

Por un inapelable 23-37 sobre Fraikin Granollers, el Barcelona cumplió los pronósticos en la primera semifinal. La escuadra blaugrana, aún en plena digestión de su decepcionante Final Four de la Champions League, casi no tuvo ni que romper a sudar para destrozar al cuadro vallesano.

Después de 10 minutos de tanteo –casi de cortesía– los de Xavi Pascual se escaparon 4-8, con Valero Rivera, autor de 8 tantos, como principal estilete. Como Vicente Álamo, en el día de su retirada, no tuvo un día tan inspirado en la portería, el partido se rompió ya para el tramo final de la primera mitad, al que se llegó con un inapelable 10-17.

Los restantes 30 minutos carecieron de tensión competitiva, aunque no de acciones de calidad. En el bando vallesano, por ejemplo, Adriá Figueras anotó sus 7 lanzamientos. En el Barça, salvo sus dos porteros, todos los jugadores marcaron un gol como mínimo.A. G.