Las comparecencias de Peter Sagan (Bora) son siempre diferentes. Bromea, sonríe, se queja, gime, pocas veces se repite. Ayer no fue una excepción. Es evidente que estaba de buen humor. Pero también es verdad que muy pocas veces pone mala cara. Ayer sumó su octava victoria en el Tour, que supone el primer peldaño para lograr su sexto maillot verde de la regula- ridad, una hazaña que solo ha logrado el alemán Erik Zabel.

No le preocupa demasiado el reto, prefiere vivir el día a día y disfrutar de la victoria de ayer sin darle más trascendencia. Por ello, puso en valor que estuvo a punto de no conseguirla cuando marchaba en solitario hacia la meta y se le soltó el pedal. Se le rompió el ritmo y se le echó en cima Michael Matthews. Sin embargo, reaccionó con fuerza y aguantó en cabeza hasta la línea de llegada. Pero el susto no se le había pasado todavía cuando habló con la prensa y por ello dio a entender que no se lo hubiera perdonado al australiano.

Fue una broma más, porque ambos son amigos íntimos. Viven en Mónaco y sus parejas, ambas eslovacas, también son amigas. Volvió a ganar, pero seguiría feliz si no lo hubiera hecho. Eso sí, anunció que por la noche caería una cerveza con los compañeros para celebrar la victoria y que serán más de una las que caigan cuando sea padre, «aunque falta bastante».

Lamentos en BMC

La de ayer parecía una etapa ideal para Greg van Avermaet, del BMC, que sin embargo se tuvo que conformar con la cuarta plaza. Su compañero y líder, Richie Porte, también estuvo muy atento y no dudó en protagonizar un salto aprovechando que era al otro a quien vigilaban. Al final, ni uno ni otro.

«No fue un ataque premeditado –dijo Porte–. Los chicos me pusieron en una posición fantástica, me sentí bien, pero a 500 metros de meta estaba un poco alejado». Añadió que fue «un día bueno para el equipo, hemos demostrado fortaleza, pero fue una lástima que no pudiéramos rematar el trabajo con una victoria».

Movistar teme a Froome mañana

Por su parte, José Luis Arrieta, director del Movistar, tras afirmar que «Nairo ha conseguido sortear bien el día gracias a la ayuda de todo el equipo, que le ha dejado muy bien situado al final», se mostró más interesado en la etapa de mañana con la primera llegada en alto, en la que está convencido de que Froome «tratará de lograr su primera victoria de etapa».

En relación a los suyos dijo que su táctica «será la misma que otros días. En realidad tenemos que ir día a día y lo importante en esta primera semana de carrera es no perder tiempo».

 

Sky tampoco se escapó ayer de las caídas 

El bielorruso Vasil Kiryienka fue el corredor del Sky al que le tocó caerse ayer. También se fueron al suelo los franceses Boudat y Vuillermoz y el esloveno Bizic. Afortunadamente ninguno de ellos necesitó atención médica.

 

Paso por la famosa localidad de Schengen

El Tour volverá a entrar hoy en Luxemburgo donde pasará por la pequeña localidad de Schengen (4.500 habitantes), que es la que da nombre al acuerdo de control fronterizo alcanzado entre algunos Estados de la UE.

 

Valverde avanza bien y ya flexiona la rodilla

Alejandro Valverde (Movistar), operado de una fractura de rótula tras sufrir la caída en la contrarreloj, ya flexiona la rodilla, apenas 36 horas después de la intervención, por lo que espera ser trasladado a casa en breve.

 

Recorrido por las carreteras del Gran Ducado

La tercera etapa transcurrió ayer por Luxemburgo, el llamado Gran Ducado, del que son originarios corredores como Nicolas Frantz, Charly Gaul o Andy Schleck. Este año solo corre un luxemburgués, Ben Gastauer, del Ag2r.