El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) rechazó ayer la petición del ciclista eslovaco Peter Sagan y su equipo, el Bora Hansgrohe, de aplicar medidas cautelares contra su expulsión del Tour para que fuese readmitido en la carrera. Este organismo hizo pública su decisión en un comunicado, en el que confirmó que el corredor «continúa descalificado» de la prueba, tal y como acordó previamente el grupo de comisarios de la carrera por su acción al final de la cuarta etapa, cuando derribó al británico Mark Cavendish en el sprint.

El equipo alemán considera que la decisión de los comisarios de la carrera, respaldada por la Unión Ciclista Internacional (UCI), no se ajustó al reglamento al haber sido tomada sin escuchar la versión del sancionado. El Bora recordó para ello un punto del reglamento que señala que «los comisarios pueden juzgar una acción solo si la parte ofendida tiene la posibilidad de dar su punto de vista».

En base a esto, presentó un procedimiento de urgencia para que en el caso de que el TAS decidera la suspensión provisional de la sanción o la anulación de la misma, el ciclista se reincorporara de inmediato a la carrera para poder completarla.

El Bora, sin su gran baza

El Bora, que con esta sanción se ha quedado sin su principal baza en el Tour, en el que Sagan buscaba ganar etapas y entrar en los Campos Elíseos de París con el maillot verde de la regularidad por sexto año consecutivo, con lo que igualaba a Erik Zabel, reiteró la inocencia de su ciclista en la maniobra que provocó su exclusión. Así, en su nota decían que «el equipo y Peter Sagan quieren reiterar su posición de que el ciclista no causó, y menos de forma deliberada, la caída de Cavendish» y que el eslovaco «no modificó su trayectoria en el sprint y no podía ver al corredor» del Dimension Data llegar por su costado derecho.

 

Kittel no descarta centrarse en vestir el maillot verde

El alemán Marcel Kittel, tras ganar la etapa de ayer, declaró que aunque el maillot verde de líder de la Regularidad no estaba entre sus objetivos iniciales no descarta pelear por él si considera que se ve con opciones.

«Es difícil ganarlo, pero yo voy a intentar sumar el máximo posible de victorias de etapa al sprint y, si lo logro, creo que puedo acabar consiguiéndolo. Si lo siento cerca me meteré también en los sprints intermedios», añadió.

Kittel sumó ayer su segunda victoria en el Tour, la undécima de su carrera, lo que le convierte en el segundo alemán que más veces ha ganado, junto con André Greipel, ambos a un triunfo de Erik Zabel. Insistió en que lograr marcas «no es algo que persiga. Lo importante es estar concentrado cada día», señaló.

Aunque en sus dos victorias ha dado la sensación de tener que buscarse la vida en solitario, el sprinter tuvo palabras de elogio para sus compañeros del Quick Step de quienes dijo que «han hecho un trabajo destacable para colocarme arriba y yo sé que si mis piernas van bien y estoy bien situado tengo mis opciones. Como estoy bien de piernas y tengo confianza en el equipo, estoy en condiciones de ganar», sentenció.

Otro que se mostró ayer muy satisfecho, pese a no haber ganado la etapa, fue el francés Arnaud Démare, del FDJ. «Segundo, no está nada mal. He pasado justo justo por una ratonera», dijo en relación al estrecho pasillo por el que se coló entre las vallas y otros corredores y que nos llevó a recordar la caída de Cavendish. «Hay que reconocer que Kittel ha estado muy rápido, pero mañana –por hoy– me tendré que tomar la revancha» añadió Démare, quien no hizo ninguna referencia a la bronca entre su compañero Jacopo Guarnieri y Nacer Bouhanni, del Cofidis y anteriormente en las filas del FDJ. El italiano calificó al francés de «idiota« y le acusó de tratar de derribarle en la llegada mientras trabajaba para Démare. Luego pidió disculpas por el insulto. Por su parte, Bouhanni, que se marchó del FDJ, entre otras cosas, por su mala relación con Démare, no hizo declaraciones.GARA