Dana emon behar jako maite dan askatasunari». Este verso de Lauaxeta, su gran amigo en las últimas semanas de su vida, expresa cómo entendió su lucha José Placer Mz. de Lecea. Ante el pelotón de fusilamiento, junto a la pared del cementerio de Sta. Isabel de Vitoria –donde diez días antes había sido también fusilado el poeta de Laukiz–, murió, el 5 de julio, con el grito ¡Gora Euskadi askatuta!

Nacido en el corazón de Barrundia, en Ozaeta, bello lugar de Euskal Herria, flanqueado por la sierra de Elgea y los montes de Aldaia, sintonizó con las aspiraciones del Pueblo Vasco, dentro de su familia nacionalista y de su relación con personas de este municipio vasco. Desde sus convicciones abertzales, fue militante de EAE-ANV en Araba, luchó hasta el final, unido a otros hermanos suyos, por los derechos de Euskal Herria; también junto a otros muchos hombres y mujeres, víctimas luego de la represión y persecución por defender la democracia, libertad y la justicia frente a la dictadura invasora. La sublevación fascista sesgó cruelmente aquellos ideales y realizaciones logradas en el contexto republicano, que José Placer defendió, como muchos otros, entre ellos su hermano Félix, con su vida.

Su testimonio y compromiso en defensa del pueblo que amaba quedaron ocultos en un silencio represivo y humillante durante los penosos años de la dictadura. Ahora, al cumplirse 80 años de su fusilamiento, el Ayuntamiento de Barrundia ofrece a José Placer y a todas estas personas un sentido y merecido homenaje de reconocimiento y justicia, unido a tantos miles de vascos y vascas que lucharon por defender los valores e identidad de Euskal Herria.

Durante las pocas pero angustiosas semanas de espera para la ejecución de sus condenas a muerte, Lauaxeta, poeta euskaldun, periodista de guerra, comandante de gudaris, y José Placer, vocal del Comité Nacional de EAE-ANV, miembro de la Comisión Gestora en la Diputación de Álava y comandante del batallón Eusko Indarra, mantuvieron intensos diálogos y vivieron una profunda sintonía de ideales desde su común amor y lucha por la libertad y valores de nuestro pueblo. La fe del autor de “Bidebarrijak” ayudó al militante abertzale a redescubrir el sentido trascendente de su entrega.

Hoy la memoria de todas estas personas, en especial de José Placer, no es solo el recuerdo de quienes fueron víctimas de prolongada represión, persecución y fusilamientos. Es también reconocimiento agradecido a este hijo de Ozaeta, que dio su vida como gudari por la libertad de Euskal Herria, y a los hombres y mujeres de Barrundia que nos dejaron su testimonio y compromiso en la lucha por la defensa de nuestra patria, como propone el homenaje del Ayuntamiento de Barrundia para este sábado 8 de julio.

Pero, además y sobre todo, este acto es la afirmación mantenida de los valores por los que aquellas personas lucharon y que la dictadura franquista no logró suprimir. A lo largo de aquellos años entre dolorosos y silenciados sufrimientos se mantuvieron vivos y alentaron nuevas luchas.

Ahora, cuando se abren perspectivas esperanzadoras para que Euskal Herria sea reconocida plenamente como pueblo libre y se supere un conflicto, aun inacabado, que hunde sus raíces en aquella injusta sublevación, la memoria de José Placer y de quienes sufrieron las consecuencias del fascismo continúan siendo un fermento de libertad, democracia y justicia ante todas las represiones e injusticias económicas y políticas.

El agradecimiento al Ayuntamiento de Barrundia por su homenaje a todas estas personas que fueron defensoras de Euskal Herria deberá ser también, por tanto, dentro del respeto democrático de las diversas posiciones políticas, un compromiso para seguir avanzado por el camino de las libertades democráticas, de la justicia, del reconocimiento de todas las víctimas, junto a la afirmación y compromiso solidarios con los pueblos que luchan por su libertad y soberanía.