GARA
REAL

A los txuri urdines les faltó definición

La escuadra vasca ya había encajado antes del cuarto de hora y, si bien lo intentó con ahínco, le faltó puntería en los metros finales para empatar.

FEYENOORD 1

REAL 0


Aunque cayó por la mínima en el estadio De Kuip, la Real va mostrando cada vez mejores sensaciones, aunque de nuevo le volvió a faltar definición para concretar en el electrónico esas favorables percepciones. A los de Eusebio Sacristán les penalizó no entrar en el choque con la misma intensidad que su rival, un Feyenoord que antes del primer cuarto de hora ya se había adelantado y que consiguió aguantar su ventaja hasta el final del encuentro.

Llegó ese tempranero gol en la primera aproximación con peligro del actual campeón de la Eredivisie, que cargó su juego por la izquierda en esos iniciales compases del partido. De ese costado llegó la arrancada de los anfitriones, que no supo cortocircuitar la defensa txuri urdin, para generar un centro medido que Jorgensen supo cabecear con precisión a las mallas.

Sin apenas haberse cumplido el primer cuarto de hora y con el luminoso ya desfavorable, dio la impresión de que el encuentro podía hacérsele muy cuesta arriba a la escuadra guipuzcoana. Sin embargo, la Real no solo consiguió reponerse de manera rápida al golpe recibido, sino que incluso tuvo en sus botas la opción de empatar con bastante celeridad, aunque no hubo puntería en los metros finales. Primero Juanmi que no aprovechó un rechace tras tiro de Canales y después Rubén Pardo con un remate forzado fueron lo más cercano a la igualada que estuvo el equipo vasco.

Ocasiones repartidas

Tras el descanso, el dominio siguió siendo txuri urdin, pero las ocasiones se repartieron a partes iguales. Fue Gaztañaga, con un balón que pasó rozando el palo quien estuvo en un tris de lograr un empate al que la laboriosa Real hizo méritos suficientes. Previamente, el mencionado Rubén Pardo lo había seguido intentando desde fuera del área y De la Bella puso su granito de arena con varios centros sin rematador.

El paso de los minutos fue haciendo mella en las piernas de los realistas –el Feyenoord demostró estar más rodado–, después de haber jugado tres envites en cinco días. El miércoles le aguarda el Groningen.