Raimundo Fitero
DE REOJO

Vuelo bajo

Tengo muchas ganas de reírme y no encuentro motivos suficientes. Con mi crema protectora contra las obsesiones mediáticas programadas con alevosía, me obligo a fijarme en supuestas anécdotas que pueden elevarse a categorías a poco que redundemos. Me confunde todo lo relacionado con ese dios sociológico: el fútbol. O como aquí se ha certificado desde hace años, “furbo”, según uso de Ángel María Villar, ex-preso preventivo y presidente de la Federación Española de Fútbol. Pues bien, Javier Clemente se ha convertido en protagonista de todo este asunto, un personaje mediático, y ahora más, porque reconoce que ha pagado la fianza de Juan Padrón, vicepresidente con el anterior y metido en el mismo asunto. No soy capaz de analizar procesos sicológicos ni métodos societarios, ha pagado por amistad. Vale, admitido.

En el mismo canal y programa donde aparece el de Barakaldo, se nos indica que la avioneta de Hazte Oír que iba a recorrer playas ibéricas con pancartas ideológicas aberrantes, no puede volar porque lleva diez años parada y no tiene matrícula y dan ganas de reír, pero Ignacio Arzuaga y sus equipos no quieren volar alto, les vale con volar bajo, al nivel de las cámaras televisivas. La organización está creando un  asunto  noticioso cada día. Es su publicidad y manera de captar adeptos y socios. Y quién dice si mañana se convierten en votos.

En la misma sesión de “Al Rojo Vivo” se entrevista a Jaime Alonso García, miembro de la Fundación Francisco Franco y uno contiene la respiración. Hace apologismo del franquismo, de los fusilamientos, desprecia la ley de memoria histórica, alaba la dictadura, con toda su cara dura. Y de quienes los subvencionan. Y su imagen es una caricatura fascista. Como su verbo. Argumenta. Cuidado. Estos vuelan bajo esperando despegar.