En pocas semanas segunda comparecencia tras Consejo de Ministros de Mariano Rajoy. En esta ocasión para hacer una declaración de principios y de hostilidades contra el Govern, el Parlament, las imprentas, el alioli y las mongetes con botifarra. Contra el Barça le viene de código merengue. Han conseguido convertir un acto parlamentario legítimo con sus roces con la legalidad vigente en una guerra total, en una exageración. Tribunal Constitucional, fiscal general, Gobierno, la Guardia Civil y lo que te rondaré morena dispuestos a impedir una votación en referéndum para saber cuántos ciudadanos catalanes está a favor de la República Catalana o prefieren quedarse en este estado de autonomía recortado por el propio TC actual.

Proponer esa consulta lo llaman golpe de estado. ¿De qué estado? ¿Del gaseoso o del líquido? Dan ganas de tomarse a broma esta bravuconería del jefe de la banda, pero la cosa me parece que va a acabar mal. Que se está en una suerte de callejón sin salida del que no se puede escapar si no es dando marcha atrás. El que Sánchez y Rivera se pongan al lado de Rajoy en estos momentos es la vuelta a todos los errores de siempre. Les encanta hacer bloques, y se autoproclaman constitucionalistas los que se fundieron la constitución un agosto en quince días sin consultar a nadie. Se recuerda que fueron PSOE-PP. Lo que es cierto es que tenemos entretenimiento constante, que estamos en medio de un huracán político que va a dejar zonas devastadas, que hay amenazas muy serias, como aplicar el artículo 135 para anular la autonomía. Si empuran como piden a todo el  Govern, ¿no será de facto algo similar? Lo del huracán Irma en el Caribe es una barbaridad que está produciendo daños irreparables y que resulta ser el huracán de mayor intensidad, duración y medidas. Y sigue creciendo.