EL alcalde de Saint Gervais ha sacado una ordenanza prohibiendo el ascenso al Mont Blanc sin un material mínimo que será supervisado por gendarmes. En poco tiempo ya van dos muertos cerca de la cumbre equipados para carreras de montaña pero no para la alta montaña, ante el enfado de los grupos de rescate de la Gendarmería. Resbalar en hielo o nieve helada se llama la figura, rebajando equipo (sobre todo calzado) en vez de tiempo. Ya han bautizado agresivamente este fenómeno como “efecto Killian” como si Killian Jornet tuviera la culpa de la ristra de imitadores que le salen, pero sin sus capacidades físicas y técnicas. Vale que hay un gran despliegue mediático y comercial a su alrededor pero, seamos francos, si te crees que eres igual que Vettel o Hamilton haciendo malabarismos en una estrecha carretera de montaña, es que tienes un serio problema. Algunos hablan de cierto Darwinismo deportivo, la supervivencia del más racional. El caso es que el Mont Blanc (y las demás montañas) están llenas de gente con equipamientos más que genero- sos jugándose el tipo por una clara falta de conocimientos, dejando aparte que la actividad de montaña, y no digamos nada la alta montaña y la escalada, supone la asunción de un riesgo inherente a dicha actividad y que muchos asumimos. En ukclimbing.com achacan a Goethe (muchos la firmarían) la siguiente frase: “Los peligros de la vida son infinitos y entre ellos está la seguridad”.