La semana pasada se conjugaba de muy malas maneras un verbo borde, “desescalar”, reivindicando que se debía quitar tensión al conflicto de España con Catalunya. Hoy podemos decir que además de existir una clara y evidente escalada de las acciones y reacciones, hay una escaleta, que es el guion que se sigue en los programas televisivos, especialmente en los informativos. Una escaleta que ha demostrado que TVE es mala, pero tiene información privilegiada de las cloacas, los desagües y las depuradoras del sistema ya que tenía preparada su entrada del telediario diciendo que Josep Lluís Trapero el Major del Mossos d’Escuadra había sido ingresado en prisión por orden de la jacarandosa jueza Lamela. Algunos canales están obteniendo sus mejores resultados de audiencia debido a este espectáculo que empieza a ser ingobernable y al que cuesta ya poner verbos y adjetivos. Acusar en tiempos de paz de sedición a alguien es una delirante provocación. El ministro Catalá, a cargo de una Justicia sucia, dice que no hay presos políticos, sino políticos presos, que es diferente. Él piensa en los suyos, claro, en el talego por corrupción, pero alguien que no es de ningún partido, que dirige una asociación civil y es metido en prisión preventiva sin fianza por sedición por convocar manifestaciones y votaciones, me da a mí que sí tiene carácter político. O si no lo entienden, que apliquen el librillo de la manipulación que usan con Venezuela y verán cómo acaban comprendiendo que están cometiendo abusos totalitarios en todos los campos donde pueden meter la mano. Y que tiene ganas de seguir en su escala y sus escaletas. Pero avisen a sus sicarios mediáticos de TVE con datos fehacientes, no con sus deseos. Que hacen el ridículo de manera ostensible en todos los campos informativos que tocan. Otro avión de combate menos.