Raimundo Fitero
DE REOJO

Viva

Los embrollos administrativos a veces alcanzan categoría de enunciado kafkiano. Una mujer ha conseguido después de siete años demostrar que estaba viva. Cuesta explicarlo. Acudió a renovarse un carnet y le dijeron que no podía porque había fallecido. Recorrió todas las instancias del infierno administrativo y burocrático y seguía viva como persona, pero muerta como ciudadana. Tras muchas luchas, invisibilidades, depresiones y cabreos a través de la exhumación de un cadáver de una persona que según la administración era ella y analizar su ADN, ha logrado que se reconozca que está viva. Y ahora le vendrán las multas de Hacienda por atrasos.

Pues bien, esta mujer viva que la dieron por muerta es una perfecta metáfora de la situación política actual. Todos dan a los demás por muertos, pero están vivos, y los vivos, no se mueren, aunque los entierren con artículo de rigor mortis político. ¿Cómo se van a morir por decreto dos millones y pico de ciudadanas y ciudadanos que quieren ser independientes? Tendrán que colocar en los cementerios de  la democracia a muchos de ellos, inhabilitarlos para renovar el carnet de conducir, pero existirán. Serán. Y serán independentistas hasta que logren la prueba del ADN democrático que les restaure su identidad y su voto. Y entonces será cuando su decisión democrática se convierta en una proclamación de verdad y con efectos inmediatos. La historia es tozuda. Y cuando se encamina en una dirección es muy difícil desviarla por métodos no violentos.

Por lo tanto atentos a las pantallas. Hoy tendremos una nueva actuación. Susanito Sánchez avala a Mariano. Alberto todo por España se cabrea porque ha perdido protagonismo. Pablo Iglesias está buscando la brújula y los de la CUP están perdiendo la paciencia. Elecciones en enero. O no. Sigue viva.