El euskara, la lengua de los navarros
En estos tiempos en los que algunas formaciones políticas han adoptado el mantra de que el Gobierno del Cambio «impone» el euskara, una exposición ha venido a poner los puntos encima de las íes. Se trata de “Navarrorum, dos mil años de documentos navarros sobre el euskera”, que está instalada en el Archivo de Nafarroa.
La muestra es muy amena y sencilla de visitar, y al mismo tiempo resulta demoledora para aquellos que pretenden presentar el euskara como una lengua extranjera en su propia casa. Porque desmonta muchos mitos recurriendo a la objetividad de los documentos, como les gusta a los historiadores serios.
A lo largo de su recorrido aparecen legajos y libros de distintas épocas de la historia con los que se pone de manifiesto cómo el euskara ha sido y es una lengua propia de Nafarroa.
Así, aparecen documentos de geógrafos árabes del siglo IX, soberanos navarros del siglo XII, funcionarios de la Corte del rey Carlos III el Noble, generales napoleónicos o el mismísimo San Francisco de Xabier, quien señala en una carta que la lengua vizcaína, como se conocía en el siglo XVI al euskara, es «la mía». Por lo tanto, personas a las que difícilmente se puede acusar de haber realizado sus escritos sometidas al «dictado» del «nacionalismo vasco».
Es lo que tiene la realidad, que es tozuda y termina aflorando. Y en esta exposición, los documentos son un auténtico baño de esa realidad para aquellos que todavía aseguran sin rubor que el euskara es algo ajeno y que se busca imponer en Nafarroa.