A.G.
NBA

DeMarcus Cousins, o el caso en el que los números no son sinónimo de resultados

Los Pelicans de Nueva Orleans tienen una de las mejores parejas de pívots de la NBA, formada por el ala-pívot Anthony Davis y el pívot DeMarcus Cousins. Ambos han demostrado ser compatibles y brillar sin que el juego de uno pise al otro, pero los Pelicans no ganan. Cerraron la pasada campaña con un balance de 30-52, fuera de los play offs, y en este arranque ya van 1-3.

Su último partido también acabó con derrota, 103-93 en la cancha de los Trailblazers –que suman 17 exitosos season openers en casa–, a pesar de los 39 puntos y 13 rebotes de DeMarcus Cousins, al tiempo que Anthony Davis se lesionó la rodilla en el primer cuarto.

«En el descanso esperaba que “AD” volviera a salir», dijo el propio DeMarcus Cousins tras el partido. «Pero no sucedió. Tuve que dar un paso al frente», reconocía, sin poder quitarse la frustración de encima.

La verdad es que Cousins promedia 31 puntos y 12 rebotes en estos cuatro partidos de arranque de temporada, pero da la casualidad que en el único triunfo hasta la fecha de los Pelicans bajó su anotación hasta los 22.

Cierto que les ha tocado jugar ante Grizzlies, Warriors, Lakers y Trailblazers, pero los grandes números deberán dejar paso a mejores resultados.