Agustín Goikoetxea
Periodista
IKUSMIRA

Para qué separar si el Ayuntamiento lo mezcla

Las campañas institucionales de sensibilización que buscan que los ciudadanos nos impliquemos en la separación de los residuos urbanos son en este tiempo una constante. Se amplia el abanico de contenedores en las calles de nuestros pueblos para mejorar la recogida selectiva y, a través de iniciativas más o menos afortunadas, se explica a la población su bondad. Nadie pone en duda la importancia de incrementar la recogida de todas las fracciones susceptibles de ser recicladas en pro de caminar hacia la ansiada economía circular. Tampoco hay que obviar las directivas europeas de obligado cumplimiento.

En Bilbo, continúa la tímida extensión del quinto contenedor, en el que se deposita la materia orgánica, aunque la tasa de reciclaje total no llega al 30% cuando debiera alcanzar el 60%. Contenedores tenemos pero todavía parece que no los sabemos utilizar. Lo cierto es que imágenes como las captadas el domingo por un vecino en la explanada del Guggenheim no ayudan. Se celebraba una prueba atlética y se instalaron diferentes contenedores para la recogida selectiva. Lo sorprendente es que papel, plástico y fracción resto fueron a parar al mismo camión del servicio municipal de limpieza. Lamentable.

No es la primera vez y parece, me temo, que no hay propósito de enmienda. Sucedió en abril de 2015 en un contenedor soterrado del centro y se repitió ese año en Aste Nagusia. Mucha vistosa campaña de concienciación y discurso del edil de turno para pedir a la ciudadanía que se esmere en el reciclaje y luego el Consistorio mezcla la basura.