Repetición de un experimento de los 90
C on los realizadores europeos que dan el salto a Hollywood ocurre algo similar a lo que pasa con los que empiezan su carrera en los EEUU dentro del cine independiente. El danés Niels Arden Oplev se dio a conocer internacionalmente al dirigir la primera entrega de la saga “Millennium”, titulada “Los hombres que no amaban a las mujeres” (2009). Su primera incursión en el mercado anglosajón fue con el thriller protagonizado por Colin Farrell “La venganza del hombre muerto” (2013), y este otro paso en falso posterior podría ser definitivo, en vista de que “Flatliners” ha costado 20 millones y en la taquilla estadounidense apenas ha cubierto la cuarta parte.
El público no ha mostrado interés por este innecesario y prescindible remake de “Línea mortal” (1990), ya que aquel argumento que Peter Filardi escribió para Joel Schumacher se ha quedado muy desfasado. Por otra parte, el éxito del original se debió en gran medida a que presentaba un prometedor reparto, posteriormente reconocido en su totalidad. El experimento estudiantil en su repetición actual no va más allá de un juego en el que los protagonistas compiten por ver quién aguanta más tiempo en un estado de muerte clínica inducida, en el que entran al ver que se regresa del trance mortal con mayor capacidad mental.