Quitando el lunar del Coliseum Alfonso Pérez, desde el anterior parón liguero la Real ha sumado cuatro victorias y un empate, un positivo bagaje que Diego Llorente atribuyó al trabajo que se realizó precisamente durante ese receso competitivo «y que se ha notado tanto a nivel defensivo como ofensivo en los siguientes partidos».

Ello no significa que en el que va a haber este próximo fin de semana la plantilla se vaya a relajar en demasía, porque «este equipo tiene mucho margen de mejora, de ahí que esta semana sirva para oxigenar el cuerpo y mejorar otros conceptos que nos pueden venir muy bien». Desde luego, no hay mucho tiempo para la distensión, teniendo en cuenta que hay que disputar tres competiciones «muy exigentes, en las que hay que estar muy atentos para que no se te compliquen».

Además de que a nivel individual, quien se descuide puede pagarlo con la pérdida de la titularidad. «Jugar cada tres días permite que haya una competencia muy elevada, lo que es bueno para el equipo. Tanto Aritz como Raúl están muy preparados como para jugar en el once en cualquier momento, se ha demostrado que lo han hecho bien cuando han estado».

Faceta goleadora

En cualquier caso, Diego Llorente ostenta la condición de fijo en el esquema de Eusebio Sacristán, no solo por sus capacidades defensivas, sino también por lo que ha aportado en la faceta anotadora. «He tenido una racha y creo que ha sido algo anecdótico. Cuando vine a la Real era con la intención de aportar lo máximo posible y es lo que estoy intentando hacer».

El central madrileño también se refirió a su gran valedor. «Lo que más me gusta de Eusebio es que se trata de un entrenador con las ideas muy claras y cómo las transmite. Aunque yo soy un recién llegado, la idea de juego cuesta muy poco asimilarla porque tanto el bloque de jugadores que ya estaba aquí como el cuerpo técnico te la traslada enseguida y en el día a día se trabaja mucho en los desajustes».