A.G.
DELTECO GIPUZKOA BASKET

La labor grupal corta ante Unicaja la mala racha

DELTECO GBC 71

UNICAJA 63

 

«Es el Lobo la fuerza de la Manada y la fuerza del Lobo está en la Manada», escribió Rudyard Kipling. Si no tenía en mente algo como Delteco Gipuzkoa Basket cuando lo hizo, no andaría lejos. Hay individualidades en el conjunto donostiarra como para sacar las victorias que precisa para la permanencia, pero esas individualidades precisan tener el respaldo de un grupo sólido. Anoche los de Porfi Fisac cortaban ante nada menos que Unicaja una racha de cuatro derrotas por la vía del grupo, de la defensa y la pelea constantes, y también por esas individualidades que, llegado el momento, dieron aire, puntos y el triunfo.

Porque Norel volvió a cumplir, con 13 puntos y 11 rebotes, pero esta vez Clark le echó un cable con 14 tantos, así como un Dani Pérez, que se olvidó de ser solo el base director y sumó puntos vitales, sobre todo porque Chery no tuvo el día. Con todo, por inesperada, brilló sobre las demás la aportación de Joan Pardina. El alero había perdido protagonismo respecto al conjunto de la Liga LEB Oro del año pasado, pero ayer fue titular y agradeció la confianza depositada por Porfi Fisac a golpe de triple. Cuatro nada menos, para 12 puntos, supliendo el rol de tirador de un Jordan Swing que solo asomó sobre la bocina del tercer cuarto para anotar un triple que adelantaba a GBC 52-50 de cara al período final. Casualidad o no, los donostiarras siempre comandarían el resultado en esos diez minutos finales.

El hombro de Nedovic

Pudo volver a jugar, pero hay que reconocer que los guipuzcoanos tuvieron cierta fortuna con Nedovic. El combo guard serbio hacía daño, como viene siendo habitual en él, hasta que un golpe en el hombro lo mandó al banquillo. Se trataba del mismo hombro lastimado que le impidió disputar el Eurobasket, de modo que Joan Plaza decidió darle descanso durante muchos minutos, una ausencia que Unicaja acabó notando.

En todo caso, el partido llegó a su punto culminante con un empate a 55. En un lapso de dos minutos, GBC sumó a su favor un parcial de 7-1 con el que irse 62-56; nada definitivo, sobre todo porque Carlos Suárez, a golpe de tiro libre, arrimó el resultado hasta el 62-60. Un tiro libre de Van Lacke y otro gancho de Norel volvieron a estirar la cuerda hasta el 65-60, resultado con el que se entró en el minuto final.

Hacía falta templar los nervios para amarrar el triunfo y el elegido no fue otro que Daniel Clark. El pívot inglés encestó los dos tiros libres que le sacó a la falta de Waczynski, y Norel consiguió otros dos puntos de premio desde la «distancia de la caridad». Suárez le dio un último susto a la grada –2.721 valientes, récord de la temporada– con un «dos más uno», pero Van Lacke, rematando el trabajo grupal, rubricó el triunfo donostiarra con dos tiros libres más.