Jon ORMAZABAL
Pelota

Jaulas de nuevo cuño

Frontones históricos como el Ogeta, el Astelena o el Beotibar han tenido muy poco protagonismo este año.

Quizá no al frenético ritmo de otros deportes, pero el mundo de la pelota también está en constante evolución. La forma de jugar, las pelotas, la preparación e incluso las protecciones –la semana pasada se presentó en Logroño un nuevo sistema– se van acoplando a los nuevos tiempos y, visto el último Cuatro y Medio también se vislumbra un nuevo paradigma, en el que los frontones históricos, esos que antaño conocíamos como «industriales», van cediendo protagonismo a recintos de localidades más pequeñas, de menor tradición.

Así, en un campeonato en el que «con sus altibajos» las empresas se muestran satisfechas con la respuesta de los pelotazales, sedes habitualmente fuera del circuito profesional como Biriatu, Ezcaray o Balmaseda han tenido el mismo protagonismo que templos de la pelota como el Astelena, donde solo se ha programado un partido del acotado, el Altuna/Artola de la segunda jornada de la liguilla de cuartos de final. El Ogeta de Gasteiz, otrora habitual sede de las finales del acotado hasta la irrupción de Bilbo, se ha quedado sin ningún partido.

Iñaxio Errandonea, responsable comercial de Aspe, cree que se trata de algo circunstancial en un año atípico, en el que otro templo de la pelota como el Atano III donostiarra está fuera de servicio hasta enero de 2018 por obras de mejora. «También hay que destacar que se ha sumado un frontón de peso como el Adarraga. Desde el Gobierno de La Rioja han tomado el compromiso de darle vida al frontón fuera de San Mateo y se están involucrando». El de Bera reconoce que la irrupción de Víctor en este Cuatro y Medio ha ayudado en ese sentido y, aunque dice desconocer los planes de Asegarce para el Parejas, entiende que su inclusión en el próximo campeonato ofrecería buenas oportunidades en este sentido.

Muy al sur

A pesar de que los dos finalistas sean un guipuzcoano y un vizcaino, han sido los frontones más al sur, Iruñea –con cinco partidos del campeonato– y Logroño –con cuatro–, con las semifinales incluidas, los más utilizados. Solo el Beotibar de Tolosa, con dos partidos, ha repetido en esta jaula.

Con todo, el exmanista de Bera entiende que con el comienzo del Parejas, el campeonato más largo y el más rentable empresarialmente, habrá opciones para todos los frontones interesados. Con esa intención se reunirán la semana que viene con responsables de la Federación de Araba, con el ánimo de volver a programar en el Ogeta.

Como responsable de Aspe, la situación del Astelena, la catedral de la pelota, le es especialmente sensible, pero seguirán con la política comenzada el año pasado de no programar cuando el Eibar juegue en Ipurua. «Cuando se programan buenos partidos la gente acude y seguiremos haciéndolo así. Quizá no dé para programar todos los domingos pero el Astelena seguirá siendo importante».

Allí se debía jugar la final de consolación, un partido que solo se ha jugado en una ocasión en los últimos cuatro años, un hecho que, más que preocuparle, le da «pena». «Porque después de lo que pasó con Bengoetxea en el Manomanista, es un partido que consideramos importante y sé que Aimar quería jugarlo pero le ha resultado imposible. Es una pena».

El Navarra Arena, una nueva opción

Si ahora mismo Bilbo parece prácticamente la única opción para las grandes finales, el año que viene la competencia le vendrá de Iruñea y no sería de extrañar que la próxima final del Cuatro y Medio se juegue en el Navarra Arena, cuya inauguración está prevista para el mes de setiembre.

Por localización, ambiente y tradición será complicado que la nueva instalación desbanque al Labrit en las programaciones semanales, pero con sus 3.000 localidades, es una opción muy a tener en cuenta para las grandes ocasiones del calendario manista.

Según Errandonea, la demanda en semifinales para el Olaizola II / Altuna III hubiera dado para llenar dos o tres Labrits, a la que sí respondería la nueva cancha. Costará, y mucho, que el nuevo frontón tenga la magia de la Bombonera, pero el de Bera cree que la nueva «es muy acogedora, no hay mucha contracancha y la gente está encima».J.O.