Sin tiempo prácticamente para recuperarse de la fatiga de un largo desplazamiento y del despliegue físico que debió hacer Anaitasuna para traerse un magnífico resultado de tierras húngaras, los pupilos de Juanto Apezetxea tendrán que afrontar un nuevo compromiso, en este caso de la Asobal, frente al Can- gas –La Catedral, 20.00–, un rival muy necesitado.

No en vano, la escuadra gallega ocupa la penúltima plaza, con solo dos victorias en su haber, coyuntura que no debería dar lugar a confianzas, pues La Rioja –habría que matizar que hay notorias diferencias entre ambas plantillas– estaba en esa misma posición cuando ganó hace apenas dos jornadas en la pista iruindarra.

Por regla general, Cangas es un rival que no se le ha dado nada mal a los blanquiverdes, quienes últimamente siempre han conseguido superar a su oponente. En todo caso, la estadística no le sirve de mucho a Apezetxea, quien espera un duelo «complicado» y en el que será importante «comenzar fuertes desde el principio».

Cristian, baja

A priori, el peor enemigo de Anaitasuna es él mismo, en forma de cansancio acumulado por la concatenación de partidos, lo que ha derivado en la aparición de lesiones. Así, es baja segura Cristian, aquejado de una lesión en una de sus rodillas, una sensible ausencia para el apartado defensivo del equipo, si bien el resto de toca- dos –Nantes, Bazán y Chocarro– apuntan a disponibles.

«Hemos tenido un viaje de vuelta de catorce horas –la expedición llegó a Iruñea en la madrugada del lunes al martes– y habrá que ver cómo afecta eso al rendimiento de los jugadores», señaló Apezetxea, que no se fía para nada de un Cangas que arribará con el cuchillo entre los dientes, sabedor el técnico navarro «de la igualdad que impera en la Asobal».

El cuadro gallego todavía no sabe lo que es puntuar lejos de su cancha –allí ha vencido a La Rioja y Cuenca– y viene de encadenar cuatro derrotas consecutivas frente a Bidasoa, Barcelona, Zamora y Guadalajara.