Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - RETABET BILBAO BASKET

«De un mandoble, partióle en dos»

Los hombres de negro se sitúan a una victoria deldescenso tras caer ante un San Pablo Burgos quefue mucho mejor en los 40 minutos en el estreno de Veljko Mrsic al frente del banquillo bilbaino.

RETABET B. BASKET 62

SAN PABLO BURGOS 78

 

«Violo mio Cid Ruy Díaz el Castellano, / se fijó en un visir que iba en buen caballo, / y dándole un mandoble, con su potente brazo, / partióle por la cintura, y en dos cayó al campo. / A Minaya Alvar Fáñez le entregó aquel caballo: / “Cabalgad, Minaya: vos sois mi diestro brazo”». Ahora mismo, RETAbet Bilbao Basket se ha ganado el destierro del Cid, y más tras caer ante San Pablo Burgos y arrimarse a un triunfo del descenso. Se merece ese destierro del «mio Cid», con la esperanza de ganarse volver a casa triunfante algún día.

Y es que mucha faena le queda a Veljko Mrsic, que no pudo plasmar sus planes ante un rival mejor. La primera canasta del partido fue obra del burgalés Jenkins y, sin Tabu, Ricardo Fischer el primero de los bilbainos a las órdenes del croata. Asimismo, Devin Thomas saltó ya en el primer cuarto, como miembro de la rotación. Vasilije Vucetic fue el principal damnificado.

El juego de los hombres de negro estuvo muy mediatizado por la ansiedad. En cambio, San Pablo Burgos demostró tener las ideas claras, así sus limitaciones. Quizá por ello el control del juego jamás perteneció a los hombres de negro, sobre todo conforme pasaban los minutos.

En ese sentido, Devin Thomas fue la mejor noticia. Pese a errar una primera canasta fácil a pase de Salgado, más tarde resolvió sus jugadas con eficacia, al tiempo que el agujero defensivo y reboteador ante la ausencia de Gladness no fue tan grande. De hecho, los problemas defensivos bilbainos llegaban desde el exterior, con un Corey Fisher atinadísimo en el tiro, que protagonizó un parcial de 0-13 para que el cuadro castellano se escapara 21-31, y el pánico empezara a cundir en el pabellón.

Pero ahí estaba Mumbrú. Fue el alero badalonés –alternando los puestos de alero y ala-pívot– quien respondió a golpe de triple, así como Ricardo Fischer, más entonado. Quien no dio una a derechas ayer fue Hammink. Así pues, la reacción bilbaina sirvió para seguir vivo, ya que un parcial de 8-2 supuso llegar al receso con 29-33.

A remolque y sin soluciones

De nuevo la burra a brincos, que diría un castizo. Corey Fisher pudo sacar brillo a su muñeca y dar otro tirón para los burgaleses, esta vez mejor acompañado por Gailius o Thompson. Con 41-52 en el luminoso, Bilbao Basket debía pedir un tiempo muerto de urgencia y el speaker del Bilbao Arena ponerse a cantar a voz en cuello, porque la afición del San Pablo Burgos, por muy nutrida y ruidosa que fuera, se hacía notar hasta la exageración, fruto del desánimo que cundía en los locales. Un tercer cuarto que se eternizó a cuenta de los problemas de la mesa para controlar el tiempo restante, lo cual también sirvió para desesperar al personal.

Entre bromas y risas, el encuentro llegó al último cuarto con 49-56. Un resultado remontable en teoría, pero que precisaba un arreón de juego, no solo de sangre caliente. Alex López, con dos tiros libres, anotó los dos primeros puntos del período final y Goran Huskic, con otros dos tiros desde «la distancia de la caridad», elevaba la renta castellana hasta el 49-60.

Veljko Mrsic sentó a Mumbrú y puso una zona 2-3, casi a la desesperada. Precisamente entre Pere Tomàs y Hervelle, más los fallos en el triple de Schreiner, Bilbao Basket logró un parcial de 8-3, pero sudando sangre para añadir cada punto. Asimismo, una gran canasta de Huskic al poste bajo y una contra de Fisher tras latrocinarle la bola a Todorovic, volvía a disparar a San Pablo Burgos: 57-67, y tiempo muerto de Mrsic a cuatro minutos, casi a la desesperada.

Volvió Mumbrú, Mrsic puso una zona 3-2 con el badalonés en punta, pero entre Sebas Saiz y Gailius sumaron un parcial de 1-6 que finiquitó el partido. Mucho trabajo para el señor Mrsic y destierro para su equipo.

 

Mrsic: «No hemos jugado un buen partido»

No fue el mejor día para dejar de fumar, ni para comparecer ante la prensa. Veljko Mrsic le echó valor y admitió sin tapujos la derrota en su estreno.

«No hemos jugado un buen partido. Hemos empezado bien, concentrados los cinco primeros minutos. Pero con el desacierto en ataque, bandejas y tiros abiertos, bajamos nuestra defensa. Desde el inicio del segundo cuarto Burgos ha cogido el partido en sus manos, a partir del parcial del 21-20 al 21-31. Ahí hemos reaccionado, pero en la segunda mitad no hemos estado bien. Burgos ha estado mejor y ha ganado con merecimiento», asumía.

Sobre la escasa anotación, dijo que «a veces es normal que pase esto del desacierto. Al inicio hemos tenido buen movimiento de balón, pero en el segundo tiempo no hemos estado bien». Con todo, su análisis fue más global. «Debemos trabajar para encontrar soluciones en los huecos de nuestro juego. Incluso la defensa debe ser mejor. Nuestro objetivo era pararlos en 65 puntos, pero al inicio del segundo tiempo hemos estado muy blandos», completaba de manera sincera su autocrítica el técnico croata. A. G.